Tijuana.- Regresó a la rutina de boxeador el tijuanense, Daniel “Bebé” Mercado (7-0; 5 KO’s), tras más de 300 días de espera desde su última actuación.
El prospecto del gimnasio de la Unidad Deportiva Benito Juárez conservó su condición de invicto ante Marco “Gallito de Oro” Villa (2-3), a quien venció por la vía de la decisión unánime. Los jueces lo vieron ganar con tarjetas de: 40-33, 39-34 y 40-33.
“Tenía muchísimas ganas de pelear. Estaba muy entusiasmado. Quería ganar y sentí que me fue bien. Trabajé bien el primero, segundo y tercer round, nomás ya al último sentí que me faltaba un poquito el aire”, dijo el talentoso boxeador.
Ambos pugilistas no dudaron en tomar una postura agresiva sobre el encordado. Mercado mostró su calidad con combinaciones potentes para abrir la guardia y finalizar con golpe de derecha, formula que aplicó para derribar a su contrincante por primera ocasión.
Las riendas del duelo las tomó el tijuanense con su superioridad técnica, sin embargo, en el tercer episodio su estrategia se volvió repetitiva y predecible para su contrincante, que buscaba tomarlo de contragolpe, justo en el momento que descuidaba la guardia.
“Lo sentí fuerte. Un muchacho con mucha pegada. Sentí que tenía aire y tiró bastantes golpes. Pero yo cerradito, no me complicó tanto la pelea. Casi todos los golpes me cubrió la guardia”, señaló.
Prácticamente en arranque del cuarto round se presentó un choque de cabezas accidental que provocó que se detuviera el combate unos instantes para ser atendidos. “Nunca me había cortado. Al principio sí me asusté. Me saqué de onda, pero me ardí y quise tirar más golpes”.
El “Bebé”, lejos de tomar precauciones, atacó con mayor agresividad para tumbar en un par de ocasiones más al “Gallito de Oro”, primero con un gancho al hígado de izquierda y posteriormente un volado de derecha que aturdió Villa. Su esquina, manejada por Raúl “Jibaro” Pérez, insistió en atacar la zona blanda para desgastar a Marco Villa y finalizar la pelea, pero el nocaut no se presentó.
“Sentí que lo pude haber terminado. “Jibaro” me pedía que lo trabajara abajo, pero el morro se empezó a enconchar, con la guardia abajo, se me complicó un poquito más y no se dio el nocaut”, finalizó el púgil.