Rosalba Ruiz (quien decidió dar otro nombre por miedo a represalias), era beneficiaria del programa federal de apoyo económico para personas con discapacidad, posteriormente para personas de la tercera edad.
Sin embargo, desde que inició ha sufrido problemas con su pensión y malos tratos en el Banco del Bienestar.
“En 2020 me inscribí en el programa de discapacitados, todavía no era una persona de la tercera edad (...) Hasta marzo del 2021 recibí el primer apoyo por parte de ese programa (personas discapacitadas),me dijeron que cada bimestre tenía que ir para poder cobrar”, relató.
Posteriormente, semanas antes de cumplir 65 años, le indicaron que ya no recibiría apoyo por parte del programa para personas discapacitadas, sino para las personas de la tercera edad, con la promesa de que recibiría una mayor cantidad de dinero.
“Nosotros vamos a hacer todo, no se preocupe”, le mencionaron.
Pero tras siete meses no había recibido ninguna pensión.
“Me dijeron desde Mexicali que me iban a dar de alta, y todo el tiempo que ya no percibí, porque no me emigraron en esos siete meses que me tocaba estar de alta como discapacitada, me respondieron que lo olvidara”, añadió.
Solicitó el apoyó de la Secretaría de Bienestar, y a pesar de que le fue prometido que resolverían la falta de pago por siete meses y que sería dada de alta como persona de la tercera edad, eso no sucedió.
“Pedí hablar con el delegado Gilberto Herrera, hablé personalmente con él. Me hizo creer este señor que lo iban a hacer, pero me recomendó inscribirme porque no me migraron, me inscribieron y me dijeron que ya me había llegado mi tarjeta”, señaló.
Posteriormente Rosalba Ruiz acudió a la Secretaría de Bienestar en Ciudad de México, donde le indicaron que el dinero de su pensión ya había sido cobrado.
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“Ahí comprobé que el delegado no había hecho nada”, dijo.
La afectada regresó a Tijuana a cobrar su pensión en el Banco del Bienestar ubicado cerca del cruce fronterizo el Chaparral, donde no fue atendida y recibió malos tratos por parte de los trabajadores.
“Me comentaron que no parecía discapacitada .Cuando me tocaba a mí, me dice una señorita que le diera mi credencial y mi nip, dijo que iba a retirar por mí, no la traía, pero de cualquier manera no se la iba dar”, relató.
Después, uno de los encargados del banco le indicó que debía hacer fila si quería retirar su dinero en ventanilla, de lo contrario debía prestar su tarjeta y su nip, a lo que se negó Rosalba Ruiz.
“El señor volteó y le gritó a todos señalándome, ‘esta señora acaba de llegar y quiere muy agusto entrar a cobrar el banco sin hacer línea, se siente privilegiada’, la gente se alborotó y comenzaron a gritarme, y le dijo a las personas presentes que me grabaran para que apareciera en redes”, recordó.
Hasta el momento, Rosalba Ruiz no ha recibido su pensión, y busca que su problema sea resuelto, pues es su única fuente de ingresos.