Tijuana.- Las denuncias continúan por falta de atención médica y medicinas dentro del centro de readaptación social ubicado en el poblado Hongo, en Tecate, y personas que cumplen condena afirman que esperan hasta 18 horas para recibir atención médica.
Luis, un interno que prefirió omitir su nombre completo, declaró que la crisis sanitaria del coronavirus ha empeorado el sistema de salud dentro de las cárceles en Baja California.
“Hasta la una de la madrugada para que me inyectara, estuve esperando de siete de la mañana a una de la madrugada. No tienen un médico de planta aquí que nos dé la atención, cuando viene es un enfermero y no te hace nada”, dijo el hombre desesperado.
Luis mencionó que la crisis médica le ha afectado en la salud física y mental, pues la escasez de medicamento psiquiátrico lo tiene mentalmente inestable y aseguró que tras 13 años de estar internado en el Hongo cumpliendo una condena, es la peor escasez de medicamento de clonazepam para tratar sus padecimientos psiquiátricos.
“No he logrado conciliar el sueño bien y a veces tengo ataques de crisis por no poder dormir bien, es un poco de todo y no es únicamente por el medicamento, sino la atención médica ahorita con lo del Covid, no hay”.
Aseguró que los internos del Cereso han mandado cartas a la Comisión de Derechos Humanos, pero sus peticiones no son escuchadas, piden la intervención del gobernador del estado Jaime Bonilla. “No más quiero que esta demanda ciudadana llegue a manos del gobernador y que den una solución”, afirmó.
Desde hace varios meses denunciaron que la comida es racionada y escasa, pero sus problemas no son resueltos “La comida son puras bazofias, es una porción mínima, que en realidad es ahora sí nomás para mantenernos vivos, pero no es nutritiva, nos quedamos con hambre, no nos dan vitaminas y no nos dejan meter nada”.
Luis hizo la denuncia a El Sol de Tijuana a través de una llamada telefónica desde adentro del Cereso, pidió ayuda de su hermana Laura, mujer que se acercó con reporteros del periódico, pero piden el anonimato, pues aseguran que son castigados cuando realizan estas denuncias con encierros en celdas de castigos, les prohíben actividades o les quitan raciones de alimentos.
“Toman muchas represalias en contra de ellos, ahorita no les prohíben las visitas porque ahorita están prohibidas, pero les quitan las actividades o les dan menos comida o los tienen más lacteados y pretextos para castigarlos”, denunció su hermana Laura, quien también pidió el anonimato.