Tijuana.- A inicios de 2023 se ha agravado el desabasto de medicamentos neurológicos en México y Baja California, poniendo en riesgo la salud mental de los pacientes que sufren recaídas en sus tratamientos.
Lo anterior lo planteó la jefa de farmacia del Hospital de Salud Mental de Tijuana (HSMT), Beatriz Morales Tapia, quien señaló que la problemática lleva varios meses, pero en los últimos dos meses, la situación se ha agudizado.
Mencionó que no hay explicación contundente por parte de los laboratorios de por qué se presenta el desabasto ni cuándo se normalizaría, principalmente en un cuadro de 10 medicamentos, entre los que se encuentra el metilfenidato.
Afirmó que el desabasto repercute directamente en el avance de los tratamientos de los pacientes, que sufren un retroceso en su salud mental, ante la falta de medicamentos.
“Se suspende de un día para otro y dejan de tomar el medicamento y pueden tener recaídas y cuadros que se agravan, habiendo reingresos hospitalarios”, comentó.
Dijo que en el caso de los medicamentos neurológicos pediátricos, la situación es grave, lo que ha desencadenado en que los padres de familia acudan constantemente al hospital en búsqueda del fármaco, sin éxito alguno, además de que tampoco hay en existencia en las farmacias de la ciudad.
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“Todos los días marcan para ver si llegan medicamentos, ya dieron vuelta por todas las farmacias. Se encuentran desesperados”, agregó.
Aunque existiría la alternativa de cruzar a Estados Unidos por las medicinas, aclaró que no es tan viable, ya que son medicamentos controlados y es otro sistema sanitario.
En un comunicado de prensa, la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica A.C., en representación de sus más de 500 neurólogos pediatras agremiados de todo el país, expresó su preocupación por la actual escasez de medicamentos de prescripción especializada, utilizados en padecimientos que afectan el estado neurológico y la salud mental de niños, adolescentes y adultos, lo que expone a nuestros pacientes a interrumpir sus tratamientos farmacológicos y sufrir efectos prevenibles sobre su salud, su familia y la sociedad.
Enumeró ejemplos concretos del desabasto, que incluyen: el metilfenidato, clonidina y lisdexanfetamina para el tratamiento del Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), fármacos antiepilépticos como oxcarbazepina, clonazepam, fenobarbital y ácido valproico intravenoso, antidepresivos como amitriptilina, impramina y nortriptilina y antipsicóticos como la risperidona.
“Hacemos un llamado a todos los implicados (laboratorios fabricantes, distribuidores, farmacias, órganos reguladores nacionales y organismos de salud) para formar un frente común para una solución inmediata a este problema de desabasto de medicamentos”, se leía en el comunicado.