Daniel Ángel Rubio
La construcción de la desaladora en Playas de Rosarito "se debió haber empezado ayer", dijo el gobernador Francisco Vega en su más reciente defensa de la polémica obra.
Reiteró que ésa sería la segunda fuente de abasto para la zona costa que sigue creciendo en población y en demanda, porque el acueducto que viene del Río Colorado fue construido para operar 30 años y ya va para 40.
En su más reciente visita a esta ciudad, mostró desde un teléfono celular la imagen de una parte del acueducto "podrido", y afirmó que "ya no sirve".
Estas condiciones, agregó el gobernador tras pedir un alto a lo que dijo es una politización del tema, se planteó al pasado y al nuevo gobierno federal, así como al gobernador electo, Jaime Bonilla.
"Tenemos que construir una segunda fuente de abasto de agua para Baja California. Si no se hace, se van a acordar de mí ¿eh? Se los estoy diciendo, se van a acordar de mí. Entonces van a decir: ¡ah!, con razón Kiko estaba insistiendo", comentó.
La desaladora en el municipio de Playas de Rosarito ha estado en la polémica desde su anuncio, por acusaciones de irregularidades hechas por activistas y legisladores en contra de la Asociación Público Privada (APP).
La discusión pública incluye los costos, los permisos que debe entregar el municipio de Playas de Rosarito y hasta sospecha de que parte del agua que produzca la planta será vendida a Estados Unidos.
También hubo un conflicto interno de la compañía que puso a la obra en pausa en mayo del año pasado, y hoy hace más de un año se llevó a cabo el acto simbólico de colocación de “la primera piedra”