Tijuana.- Otilio Santiago tenía 36 años cuando falleció en su intento por cruzar hacia Estados Unidos. El pasado domingo 13 de septiembre, Otilio en su desesperación por no tener trabajo y dinero, intentó brincar el muro fronterizo por la garita comercial de Mesa de Otay, cayó a una altura de cinco metros, murió al instante tras el fuerte golpe en el cráneo, su cuerpo quedó tendido del lado de Tijuana, a un costado de la fila del cruce de carga de camiones.
Dicen familiares que Otilio llegó de su natal Chiapas a Tijuana el pasado 20 de agosto, quería cruzar en busca del “sueño americano”, del otro lado los esperaban primos y tíos, quienes desde hace varios años cruzaron el muro para trabajar.
“En ningún momento él me dijo que tenía intenciones de cruzar para allá -a Estados Unidos-, pero yo creo al ver la situación aquí ahora sí que se desesperó y pues se le hizo más fácil cruzar, ahora sí para darle un mejor futuro a su familia, pero lamentablemente le pasó eso”.
El cuerpo de Otilio Santiago aún continúa en Semefo, su esposa y dos hijos están en Chiapas y el dinero no alcanza para venir a reclamar el cuerpo del migrante chiapaneco.
“Ahorita el cuerpo todavía está en el Semefo y les dieron 15 días, ahora sí para que ellos hicieran todos los trámites y papeleo y todo eso y no se fuera a una fosa común, les están cobrando más o menos la funeraria como, no sé, 60 mil pesos, lo que es el traslado de Tijuana hasta Chiapas”.
José Morales, primo de Otilio, dice que no cuentan con los 60 mil pesos de gastos funerarios para trasladar el cuerpo a su natal Chiapas y darle una sepultura, temen que no logren reunir el dinero y se vaya a la fosa común, como muchos otros migrantes.
Dice el primo de Otilio que no tuvo para pagar a un “pollero”, que le cobraban en promedio entre cinco mil y siete mil dólares por cruzarlo por el cerro a Estados Unidos.
Las carencias que enfrentó Otilio Santiago son las que enfrentan cientos de migrantes que llegan a Tijuana, huyen de sus lugares de origen de la pobreza, pero enfrentan una cruda realidad, los altos costos para pagar a un coyote y cruzar de manera ilegal a Estados Unidos.
“Juan”, quien utilizó este nombre para evitar su verdadera identidad, desde hace 25 años es pollero en la colonia Libertad, dice que cada vez es más difícil cruzar a personas, luego de los atentados terroristas y la pandemia.
“Pero se nos puso más difícil el poder pasar a las personas indocumentadas hacia Estados Unidos, ya que la vigilancia está mucho más intensa en la línea internacional, así como en las partes de la montaña y desérticas, nunca en 25 años había sido tan complicado en este trabajo (de polleros)”.
“Juan” ha vivido durante 25 años los cambios en el traslado ilegal de migrantes, dice que por la dificultad los costos de cruce ilegal encarecieron.
“Antes del 11 de septiembre, cruzar la línea por Estados Unidos valía unos mil 300 dólares por el cerro y por la línea en carro tres mil (dólares), hoy después de muchos años del 11 de septiembre, por el cerro vale siete mil u ocho mil y por la línea en carro unos 11 mil o 12 mil”, dijo “Juan”.
Para el antropólogo Víctor Clark Alfaro, quien es catedrático en temas migratorios de la Universidad de California, dice que los precios en el mercado negro de trasiego ilegal de migrantes hacia Estados Unidos son determinados por la dificultad de cruce ilegal, dijo que a mayor vigilancia fronteriza, se eleva el costo de los polleros.
“Además de todas las restricciones con el gobierno de Trump que han ido cortando las posibilidades para que los migrantes crucen Estados Unidos”, afirmó el especialista en temas migratorios.
Clark Alfaro dijo que son varios los factores que han provocado los elevados costos de polleros por endurecimiento de vigilancias tras los atentados terroristas, la política antiinmigrante del gobierno de Donald Trump y la pandemia del coronavirus.
“Vemos una serie de elementos que en conjunto, pues nos dicen que han ido acotando la posibilidad de cruzar en las solicitudes de asilo o cruzar como aspirante indocumentado, se han ido cerrando las fronteras”, dijo Clark.
Víctor Vlark dice que para los migrantes cada vez es más difícil cruzar de manera ilegal así Estados Unidos por los elevados precios de polleros, por lo que optan, como don Otilio, por cruzar ellos mismo, pero muchos han muerto en su intento, otros en el mejor de los casos son repatriados y cada vez es más difícil cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos.