Tijuana. – La diabetes gestacional es una enfermedad que puede resultar fatal para la mujer embarazada y para el bebé si no se detecta a tiempo, así lo explicó la doctora Denys Juárez Rodríguez, a cargo del Programa de Salud Reproductiva de la Jurisdicción de Servicios de Salud.
La diabetes gestacional se identifica con la presencia de glucemia alta (diabetes) que empieza o se diagnostica durante el embarazo y sus causas se originan porque las hormonas del embarazo bloquean el trabajo de la insulina; cuando esto sucede, los niveles de glucosa se incrementan en la sangre de una embarazada.
Existen factores de riesgo para que se presente la diabetes en el embarazo, por ejemplo, cuando la mujer tiene antecedentes familiares de diabetes, dio a luz a un bebé con un peso por encima de 4 kilos, o que presenta azúcar (glucosa) en la orina cuando acude al médico para la consulta prenatal regular; además de registrar hipertensión arterial, demasiado líquido amniótico, y haber tenido un aborto espontáneo o sobrepeso antes del embarazo.
Para detectar a tiempo, este y otros padecimientos que pueden poner el riesgo la vida de la madre y el bebé, la doctora recordó que es indispensable que las embarazadas acudan a sus citas de control prenatal, lo que se ha visto reducido durante la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Asimismo, dijo que es prioritario que las mujeres realicen ejercicio y mantengan una dieta balanceada, reiterando que esto permitirá “llevar su proceso de gestación a un feliz término”.
La doctora precisó que, la diabetes gestacional generalmente no presenta síntomas o estos son muy levemente, pero lo más frecuente es visión borrosa, fatiga, infecciones frecuentes incluyendo vejiga, vagina y piel, aumento de la sed, náuseas y vómitos, pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito. Con frecuencia el nivel de azúcar (glucosa en la sangre) retorna a la normalidad después del parto.
La funcionaria, apuntó que la alimentación debe ser balanceada, moderada en grasas, proteínas y suministrar niveles controlados de carbohidratos a través de alimentos que abarcan frutas, verduras y carbohidratos complejos (tales como pan, cereal, pasta y arroz), además debe reducir alimentos que contengan mucho azúcar, como bebidas gaseosas, jugos de frutas y panes dulces.