Laura Bueno Medina
El cáncer de ovario es el segundo más frecuente de los cánceres ginecológicos en Baja California con una detección tardía debido a lo difícil que es diagnosticarlo, por lo que es necesario educar a la población sobre el tema, afirman los especialistas en el tema.
El médico oncólogo Fernando Villalobos Peña explicó que el de ovario es el tercero en frecuencia relacionado con los tumores ginecológicos en México; sin embargo, es la segunda causa de muerte por cáncer entre mujeres.
Este tipo de cáncer se presenta en población de 60 años o más con mayor frecuencia, señaló el oncólogo; no obstante, advirtió que las mujeres, sin importar su edad, tienen un riesgo mínimo de 2% de padecer esta enfermedad.
Entre los factores de riesgo para padecer este tipo de cáncer, se encuentran los hereditarios de cualquier tipo de cáncer representando 10% de los casos, pero si se tiene un familiar directo que haya padecido cáncer de ovario, el riesgo incrementa en 7% para las mujeres.
La principal causa de un cáncer hereditario de ovario es el padecimiento del síndrome mama-ovario o también conocido como mutación BRCA, el cual constituye hasta 80% de los canceres hereditarios; el resto son esporádicos con antecedentes relacionados a cambios hormonales, síndrome de ovario poliquístico, menopausia tardía, no haber tenido hijos y usar por tiempo prolongado los métodos anticonceptivos.
El cáncer de ovario tiene varios tipos; el mas frecuente es el epitelial, presente en 80% de los casos; 15% son germinales -se presentan en mujeres jóvenes-; el resto son otros menos frecuentes.
Villalobos Peña señaló que al ser los síntomas inespecíficos, el diagnostico del cáncer de ovario es poco sospechado en el primer contacto de las pacientes con el médico con síntomas como dolor abdominal, indigestión, dolor en el acto sexual, aumento de frecuencia urinaria, por lo que el diagnostico se da en etapas mas avanzadas.
Ya en la exploración médica, se pueden detectar síntomas, como dolor pélvico, crecimientos ganglionares, tumoración abdominal o pélvica, y otras relacionadas a la presencia de un cáncer en metástasis.
El ultrasonido es el primer elemento para identificar un posible tumor relacionado con el cáncer de ovario; posteriormente, la radiografía y tomografía para verificar si hay lesiones en otras partes del cuerpo en caso de que sea positivo el diagnóstico.
El cáncer de ovario es operable si se detecta en etapa temprana y no daña otros órganos, indicó el médico oncólogo, como en la etapa I, en donde el tumor está solamente confinado a uno o los dos ovarios; y en la etapa II, cuando el tumor tiene extensión a la pelvis.
En las etapas III y IV, cuando el tumor ya invadió la zona del peritoneo y la cubierta abdominal, el hígado, el pericardio, es más difícil la operación, porque la enfermedad ya esta a distancia. Aunque se haga la cirugía para estatificar el cáncer, se continuará con tratamiento de quimioterapia para reducir y que este sea operable.
Independientemente del tratamiento, el cáncer de ovario es uno de los que mayor recurrencia tiene asociada con las características de diseminación del este tipo de cáncer que tiene una facilidad para viajar entre el peritoneo, detalló el médico, por lo que la mujer deberá estar en tratamiento preventivo después de la conclusión de sus quimioterapias.
En proporción, de cada 10 pacientes con cáncer de ovario, siete tendrán una recurrencia posterior a su primera batalla con esta enfermedad aumentando de acuerdo a la etapa en la que fue diagnosticada y tratada. En la etapa IV, el grado de recurrencia es de 90% para las pacientes.
El presidente de Pro Oncavi AC, el médico oncólogo Homero Fuentes de la Peña, mencionó que ya está incluido en el programa del Seguro Popular; sin embargo, es considerada una enfermedad difícil porque no da datos en etapas tempranas, porque los estudios que pueden diagnosticar la enfermedad no se hacen con frecuencia.
“Esto se debe incluir en todas las campañas”, comentó el médico, con el propósito de que la información sea de mayor conocimiento entre las mujeres, sobre todo para aquellas que tienen factores de riesgo.
Debido a que no existe una prueba específica para la detección oportuna del cáncer de ovario, como lo es la mastografía para el cáncer de mama, la educación en mujeres jóvenes es vital para que, anualmente, se acuda por lo menos una vez al médico ginecólogo y se traten todas las posibles enfermedades de esta zona del cuerpo femenino, indicó el doctor Homero Fuentes.
El Instituto Nacional de Cancerología ha promovido desde 2015 la campaña para la concientización sobre este tipo de cáncer que afecta a las mujeres de diferentes edades.
El cáncer de ovario esta cubierto por los programas de salud pública, como el Seguro Popular y en el Instituto Mexicano del Seguro Social; sin embargo, algunos de los medicamentos son muy caros, por lo que no son incluidos en el tratamiento, y las pacientes deben conseguirlos por su cuenta.