Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- Curiosamente, el panteón más antiguo de la ciudad no es el número uno que se encuentra en la colonia Castillo, sino el número 6 ubicado en la colonia El Pedregal.
Todos los días habitantes de Tijuana pasan frente a él, pero pocos parecen reparar en su antigüedad, aunque la barda perimetral que muestra sobre el bulevar Federico Benítez da testimonio de su historia.
En una placa de metal ocre, empotrada en la pared, se puede leer: “Sitio Histórico. Cementerio de la ciudad de Tijuana desde el año 1882. Tijuana B.C. noviembre de 1986 XI Ayuntamiento”.
El panteón ya es solo una parte de lo que alguna vez fue, porque de acuerdo con Gabriel Rivera, presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística correspondiente a Tijuana, eran cinco mil las tumbas registradas.
Ahora son sólo algunas decenas, y aunque algunas cuantas están fechadas en esta década que casi termina, al fondo hay un espacio rodeado por una barda capaz de llamar la atención de cualquiera.
Su pequeña puerta de metal está siempre abierta, y alrededor de 30 lápidas dan la bienvenida a los visitantes.
Pero de entre todas ellas hay una que llama más la atención: la de Rita Warner de García, ubicada al fondo de ese espacio donde el apellido que predomina es García.
“Los García es una familia de arraigo en Tijuana. El pionero fue el señor Santiago García, quien en 1860 estuvo posesionado del predio rustico denominado como el rancho Cerro Colorado. Poco tiempo después, solicitó ante el gobierno federal legalizar su terreno de 514 hectáreas. Así recibió título de propiedad expedido por el presidente Benito Juárez en 1863”, cuenta Gabriel Rivera.
Sobre la tumba de Rita Warner, una quebrada cruz de ornamento da cuenta que su ocupante murió en la ciudad de “Tifuana” el 31 de marzo de 1882.