El Cerro Colorado, zona de alto riesgo

Los residentes no solo se exponen a peligros naturales como en caso de lluvia, sino a la delincuencia en la zona 

Daniel Ángel Rubio | El Sol de Tijuana

  · sábado 21 de diciembre de 2019

Los asentamientos en lo alto crecieron en los últimos diez años. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

Tijuana.- La tortuga recostada, como al parecer llamaban los primeros pobladores al Cerro Colorado, es testigo del acelerado crecimiento de la ciudad. Ahora ese icónico sitio ha cobijado a quienes no encuentran un pedazo de tierra para levantar su hogar.

El Cerro Colorado ha cobijado a quienes no encuentran un pedazo de tierra para levantar su hogar. Foto Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Pero las condiciones para vivir en esa zona son muy peligrosas, y no solo por el tipo de suelo.

“Están subiendo demasiado”, dijeron un par de policías que llegaron hasta la calle La palma, donde termina el pavimento de la avenida Anáhuac en los límites de la colonia Azteca, y solo queda ascender entre la terracería.

La bienvenida en ese último tramo, que es al mismo tiempo un paso natural de agua, son los restos de un vehículo desmantelado al que alguien le prendió fuego.

Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana

“A nosotros nos cazan desde arriba y nos apedrean”, agregó uno de los uniformados, y momentos después la patrulla aceleró para irse del lugar.

En lo alto se ven humildes casas de madera, pero también hay algunas pesadas construcciones de concreto desafiando a las pronunciadas pendientes.

Los mismos residentes saben que están expuestos a muchos más peligros que los naturales en caso de lluvia, incendio o deslave.

“Aquí hay una conecta, allá más abajito venden. Allá en la esquina, también (…) No te vayas para allá, porque luego hay halcones (…) van a decir que te mandó alguien, te van a seguir. No les conviene”, dijo una mujer que caminaba despacio cuesta abajo.

Con su familia paga mil pesos de renta al mes, y aunque sabe bien que muchas de las personas en la parte alta no son dueñas de la tierra, es lo que menos le preocupa.

En lo alto se ven humildes casas de madera. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

“Hay que saber a quién saludar, porque aquí sinceramente también los policías vienen por su mochada”, agrega.

Nada de esto puede ser nuevo para las autoridades que en 2013 realizaron un análisis para identificar las colonias más conflictivas en Baja California.

En el reporte con información de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), que ya no ha sido actualizada, hay 196 colonias de Tijuana, entre ellas la colonia Azteca.

En el informe quedó registrada con prioridad de atención alta y rezago social, donde los principales delitos fueron el homicidio calificado, el robo con violencia y la portación de arma de fuego.

Genaro de la Torre Quintanar, presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública, dice que por la variedad de problemas en las colonias y los recursos disponibles no tienen representación en ese lugar.

Y aunque la marcada presencia de narcomenudistas en las colonias no le es ajena, asegura que hasta hoy nada se ha salido de control.

“Estamos en algunas de ellas, pero no ha llegado a ese grado de que la policía no entre”, afirma.

Y realmente no es necesario caminar tanto para envolverse en ese ambiente que se respira en la falda del cerro, porque las advertencias de los vecinos empiezan desde el panteón municipal No. 7.

El extenso terreno al pie del cerro deja ver algunas tumbas, aunque la mayoría parecen ya haber sido borradas por el tiempo, no solo de la zona, sino también de la memoria de los familiares.

Allí una mujer, acompañada de un hombre que se mantuvo atento a la distancia, se acercó para preguntar que hacíamos en el lugar y por qué tomábamos fotografías.

Foto: Archivo | El Sol de Tijuana

Calcula que los asentamientos en lo alto crecieron en los últimos diez años, y después de recomendarnos por dónde subir, se alejó.

Así las viviendas siguen trepando, algunas de ellas cortando el cerro para asentarse, sin que ninguna autoridad ponga orden.

Poco importa que desde enero del 2017 se haya publicado en el Periódico Oficial del estado la “Declaratoria de destino para área especial de Conservación del Cerro Colorado”.

Ésta comprende 364.27 hectáreas (150.11 privadas y 214.31 ejidales), según el documento oficial en el que también se reconoce el valor cultural e histórico del lugar.

El objetivo de la declaratoria fue “determinar los diversos sitios para el desarrollo de las diferentes actividades deportivas, recreativas, educativas, culturales y de ecoturismo”.

Pero también se hace mención de la problemática de los asentamientos irregulares, la pérdida de vegetación natural y la existencia de basureros clandestinos precisamente por la falta de servicios públicos como electricidad y drenaje.

“Se llenó bien rápido, lo que pasa es que sigue la gente más pa’rriba (…) no sube ni transporte, no sé cómo le hace”, platica Alejandra Jiménez.

La Palma es la calle donde termina el pavimento de la avenida Anáhuac en los límites de la colonia Azteca. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

Ella tiene 30 años viviendo en la parte baja, en la colonia Praderas de la mesa, y asegura que en los alrededores incluso ha visto maquinaria removiendo tierra a pesar del peligro que esto significa para ellos.

Y el peligro es parejo porque en la Dirección de Protección Civil del municipio aseguran que no son bienvenidos cuando acuden a notificar del riesgo en los asentamientos irregulares.

“Hemos sido amenazados, nos han tratado de golpear, nos han mostrado armas de fuego”, cuenta José Luis Rosas Blanco, director de la dependencia.

Desconoce detalles de la declaratoria para conservar el área, pero afirma que la actual administración está retomando los proyectos que han quedado pendientes.

“Es una situación un poquito complicada legalmente”, cuenta en referencia a quienes sí tienen documentos de sus predios y tendrían que ser retirados en aras de proteger el medio ambiente.

Según datos oficiales, en los alrededores del Cerro Colorado Protección Civil visitó el año pasado entre otros asentamientos la colonia Horóscopo, donde las viviendas están sobre un cauce de agua.

También hay algunas pesadas construcciones de concreto desafiando a las pronunciadas pendientes. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Esa colonia de casas de madera y cartón está junto al bulevar El refugio, y el director de protección civil explica que se trata de una constante: los asentamientos nacen a partir de la cercanía con las principales vialidades de la ciudad, cuando no hacen sus propios caminos.

Este año regresó a esa colonia y notificó a otras cercanas, como Praderas de la mesa, para que estén pendientes por el riesgo que significa para ellos una copiosa lluviosa.

En el menor de los casos, menciona el director, una emergencia por deslave puede solo costar daños materiales, pero de por medio está la vida de un número indeterminado de familias.

“Tenemos varias colonias identificadas donde año con año se hace lo mismo. Sin embargo lo que estamos descubriendo es que año con año el censo aumenta”, comenta José Luis Rosas.