Tijuana.- De lunes a viernes, es Abraham Rodríguez, un hombre de 21 años que se gana la vida como chofer transportista de maquiladora y estudia la universidad, pero los fines de semana se convierte en “El Churris”, un simpático payaso que lleva alegría a las familias tijuanenses.

Hacer reír a niños y padres, ha sido su sueño desde que era pequeño, pues con tan solo 9 años de edad, empezó a participar como payasito, acudiendo a espectáculos infantiles.

“Cada quien tiene una misión en la vida. A mí me gustó estar en comunicación con más niños y gente y llegó el momento de que se me dio la oportunidad de que me invitara un payaso a sus eventos y fue cuando empecé a trabajar en fiestas y plazas”, relató.

Confiesa que cuando le dijo a sus seres queridos que tenía la intención de ser payaso, no le creían, pues nadie de su entorno familiar se dedica a ese oficio, que él ya desempeña desde hace 11 años.

“Cuando los niños se acercan es algo muy bonito porque el alimento de un artista son los aplausos y cuando termina uno y te aplauden, es muy bonito”, comentó.

Hacer reír a las familias no resulta tan sencillo en apariencia, pero “El Churris” dice que aunque no vea las carcajadas de la audiencia, él sabe en qué momento disfrutan del espectáculo.

“Me ha tocado ir a eventos donde no aplauden y luego tienes que hacer otras cosas. Mi maestro me dijo que el hecho de que no aplaudan o no se rían, no significa que no les gusta, solo le ponen mucha atención. Al final cuando termino un evento, luego no se ríen, pero me llegan a felicitar”, mencionó.

En momentos complicados que vive el país por la pandemia de Covid-19, “El Churris” dejó un mensaje de optimismo para que la ciudadanía salga adelante.

“Que sonrían porque muchas veces, después de la tristeza viene la sonrisa. Ese es nuestro trabajo, que a pesar de las circunstancias, nosotros tenemos que hacer reír a las personas, para que al menos se olviden cinco minutos de lo que estamos pasando actualmente”, concluyó.