Tijuana.- Para Yolanda Varona Palacios, mujer deportada y madre de familia de dos hijos que residen en Estados Unidos, el Día de las Madres es un doble golpe, ya que no puede estar cerca de sus seres queridos, en estos días tan especiales.
Desde hace casi 11 años que fue repatriada a México, la directora de Dreamers Moms Tijuana-San Diego, se resguarda en su hogar en espera de entrar en contacto con sus hijos, los cuales la celebran el 10 de mayo, así como el segundo fin de semana de mayo, fecha que se celebra en la Unión Americana.
“Hay que educar el alma, el corazón para que se den cuenta las autoridades que nos duele mucho estar lejos de nuestros hijos, que es un dolor muy grande, que te parte el alma y que en lugar de querer salir a disfrutar, prefiero quedarme en mi casa, esperando ese día en que mis hijos me puedan dar unas flores, chocolates o digan te quiero, en el Día de la Madres”, agregó.
Algunas otras madres del grupo de Dreamers Moms, optan por realizar sesiones vía zoom con sus hijos, aunque Yolanda dice ser más partidaria de otro tipo de festejos, al no poder estar cerca de lo que más quiere.
“El ánimo decayó mucho porque ya pasaron casi 11 años y no hay una respuesta de mi aplicación, los tres sentimos como un vacío en medio de nosotros y es algo difícil de explicar. Las demás mamás están en la misma situación. Seguimos sintiendo ese hoyo, hay un vacío grande, para mí ha sido muy triste este año”, confesó.
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Aunque la tristeza y nostalgia invade a Yolanda, se refugia en la idea de que sus hijos están sanos, alejados de las drogas y han logrado sobrellevar la pandemia de Covid-19, manteniéndose en un buen estado de salud.
“Sigo con la esperanza de volver a ver a mis hijos, de estar con ellos”, concluyó la activista.