Tijuana.- Luego de la pérdida de varios gatos y perros que rescataba de la calle y ver que no existía un lugar para poder despedirse de sus acompañantes de cuatro patas, Estephany Alvarado decidió fundar el Pet’y Memorial.
La joven rescatista de animales, contó que este lugar ofrece un espacio digno para despedirnos de las mascotas y procesar el duelo.
“En ese momento para mí era una situación muy necesaria tener un lugar donde despedirnos. No un proceso normal, sino una despedida digna a estos animalitos que solamente conocieron dolor y sufrimiento”, contó Estephany Alvarado.
Las personas hoy demandan despedir a las mascotas en caso de fallecimiento como si fueran un integrante más de la familia.
Estephany dijo que la ceremonia de despedida sirve al dueño o a la familia de la mascota en el proceso de duelo, aunque en ocasiones se rehúsan a aceptar que sienten dolor por la partida.
En otros casos los dueños guardan sus emociones y no las expresan al sentirse incomprendidos por sus amigos o familiares.
“El proceso de velación ayuda, es catártico, es liberador, mucha gente me dice: Sabes que sí siento que lo necesitaba, sí siento que me ayudó”, comentó.
Jesica Miranda Suárez, especialista en psicoterapia humanista, dijo que las personas hemos creado estos ritos, como son los velatorios o una misa, cuando muere un ser querido como parte de este proceso de aceptar la pérdida.
“Le da tiempo a la mente de procesar que una persona o el animalito ya no va a estar con nosotros. El darnos cuenta que está pasando y todo el rito da espacio a la persona de qué se dé cuenta que eso sí está pasando”, señaló.
Recomendó a las personas darse un espacio cuando se tenga alguna pérdida, sea una persona o una mascota.
“Aunque solo hayamos tenido tres meses o tres años con un perrito o un gato, si duele lo suficiente como para estar mal, hay que darle el espacio, hay que darle la importancia y no minimizar el dolor. Si se vive en solitario siempre es más difícil”, añadió Miranda Suárez.
PET’Y MEMORIAL, VELATORIO PARA DESPEDIR A LAS MASCOTAS
Pet’y Memorial cuenta con un velatorio acogedor donde el dueño o la familia pueden pasar un momento de convivencia para recordar y platicar de lo vivido con su mascota, la cual se convirtió en un miembro de la familia.
En el lugar pueden proyectar un video que reproduzca las fotos que le fueron tomadas en vida, en el fondo sus cenizas en una urna y una fotografía enmarcada.
Además tiene “la pared arcoíris”, donde están todas las fotos de los animalitos que han sido atendidos en la ceremonia de despedida.
Estephany Alvarado comentó que al servicio de velatorio han acudido de todo, los dueños solos, familias completas, incluso otras mascotas que son familiares de quien se vela.
“Me ha tocado escuchar cuando platican de cuando lo conocieron, de cuando se les escapó, múltiples aventuras y todo eso ayuda y es liberador, sí ayuda en el proceso”, subrayó.
La fundadores de Pet’y Memorial dijo no llevar una contabilidad de cuántos animalitos han sido despedidos en el lugar, pero las especies han sido variadas, entre perritos, gatitos hamsters, cuyos, cotorros, pájaros, peces, hurones y ratones.
Mencionó que una mascota puede ser cualquier animalito con el que la persona haga “clic”, ya que todos tienen sentimientos y son buenos compañeros de vida.
“La mayoría de la gente que pierde su mascota se siente culpable, si lo hubiera llevado al doctor, cuando vi que se sentía mal pero creí que se iba a mejorar. Siempre estamos luchando en estarnos culpando, es que yo es que yo es que yo, como rescatista de animales he hecho de todo y no siempre se puede salvar”, comentó.
Rosa Valladares, contó que perdió a una perrita llamada “Tina”, hace dos años. Su familia siempre entierra a sus mascotas en el jardín cuando mueren, sin embargo ella se independizó y ahora vive en un departamento.
“Amigos y familiares me decían que la tirara, pero no pude, me puse a averiguar y vi que ya hay crematorios. Hoy tengo sus cenizas en una urna y está en la sala para recordarla”, mencionó.
Francisco Marín, de 39 años de edad, tuvo que llevar a su perro “Tito” a “dormir”. Tenía 14 años de vida, tenía la opción de operarla pero el veterinario les dijo que no iba a tener una calidad de vida, era mejor inyectarla.
Buscó un cementerio para mascotas y poder enterrarla al no contar en su vivienda con un espacio, por lo que encontró un crematorio y hoy tiene las cenizas de su mascota en una urna en la sala.
“Lo recordamos con mucho cariño, nos dolió su partida, decidimos ya no tener más mascotas, el dolor fue fuertísimo, como un hijo”, expresó.
Estephany Alvarado señaló que las personas tienen la tradición de enterrarlos y no de cremarlos. Antes la tradición era enterrarlo en los patios, pero con el crecimiento de la ciudad y las casas más reducidas ya no es siempre factible.
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Tal vez por eso el velatorio para mascotas ha ido en incremento y hoy tiene un servicio en promedio al día, agregó.
Dijo que la industria de las mascotas ha incrementado en los últimos años debido a la conciencia que cada vez más en México se tiene en el cuidado de mascotas, particularmente en la frontera derivado de la cercanía con Estados Unidos, donde desde hace años existe mayor conciencia.
“Todo lo que sea para personas ahora también hacen para mascotas, todos los accesorios. Me han pedido un cementerio de mascotas, pero no es tan fácil, hay que cumplir con permisos y no sabemos si las leyes mexicanas lo permiten”, indicó.
Añadió que en Pet’y Memorial tienen un horario de 10 a 6 de la tarde de lunes a viernes y los fines de semana de 10 de la mañana a 4 de la tarde.
EL DUELO ANTE LA PÉRDIDA DE UNA MASCOTA
Jesica Miranda Suárez, especialista en psicoterapia humanista, dijo que la pérdida de una mascota ha sido tema durante las sesiones de psicoterapia que brinda, particularmente en la población menor de 40 años.
Mencionó que sesiones solicitadas directamente para un duelo por la pérdida de mascotas no son muy comunes, sin embargo ha habido muchos casos en los que las personas no llevaron el proceso de duelo y se ve reflejado en una sesión.
“Es difícil aceptar que la mascota no va a estar, el enojo de las circunstancias, el cual incluso va dirigido hacia los mismos veterinarios. No quiere decir que haya hecho algo mal, pero el enojo de la situación busca un lugar dónde encontrar sentido ”, señaló.
A veces las personas minimizan la situación y en su intento de que las personas más cercanas a la mascota que murió no sufran, les proponen otro perro o gato, lo que refleja que no son comprendidas, mencionó.
“Las personas no quieren cualquier perro o cualquier gato, quieren a su perro y a su gato”, comentó la especialista.
Dijo que esta situaciones se dan muchos con los choques generacionales, donde las personas adultas no dimensionan la afectación emocional con los más jóvenes por la pérdida de una mascota.
LA LEYENDA DEL ARCOIRIS
La leyenda del arcoíris dice que las mascotas van a un lugar muy bonito una vez que mueren. Un prado donde están otros animalitos, donde hay agua y comida, el clima está perfecto.
Si estaban viejitos recobran vitalidad, si estaban enfermos sanan, cualquier padecimiento que hayan tenido desaparece, relató Estephany Alvarado.
“Están en un lugar muy feliz y nada más están esperando a su ser más amado para poder cruzar juntos el puente”, añadió.
Mencionó que uno fallece y va al reencuentro con su mascota, juntos la persona y la mascota cruzan el puente del arcoíris, o al menos eso es lo que cuenta la leyenda.
Por eso recomendó siempre cuidar de las mascotas porque serán ellas quienes nos acompañarán a una vida de tranquilidad y paz después de la muerte.