Amante de los libros desde que era un niño, Iván Guadarrama encuentra en la lectura un escape a los problemas que tiene en su vida diaria, siendo una actividad fundamental para su cotidianidad y esencial para su buen estado emocional.
“Ahorita ya es parte de mi día a día, siempre encuentro por mucho trabajo que tenga, encuentro un espacio de algunos minutos para leer y me da calma”, expresó.
Seguidor de la novela latinoamericana, en especial de Jorge Ibargüengoitia, aunque también se declara fan de Yukio Mishima, el joven sigue prefiriendo leer de la forma tradicional, aunque dado los tiempos actuales ha tenido que tomar la alternativa de leer a través del formato digital.
“Tengo amigos que son igual lectores y han hecho ese cambio más que nada por la cuestión económica, a veces encuentras los libros en forma digital de forma gratuita, pero todos seguimos prefiriendo el libro de papel y a veces cuando no lo encuentras, está el electrónico. Siempre existe ese amor por el objeto, por el libro de papel”, manifestó.
Otro amante de la lectura es Uriel Alcalá, quien ha encontrado en los libros de desarrollo personal, una oportunidad para crecer como persona y en lo profesional.
“Es otra experiencia realmente, porque estás ante una puerta que estás a punto de abrir, porque vas a conocer un nuevo mundo, una nueva experiencia y un mundo de conocimiento”, comentó.
Rememora que el primer libro que leyó sobre desarrollo personal fue “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” y a partir de ese momento ha seguido con el hábito, adecuándose a las nuevas tecnologías.
“Me adapto a la situación, hay libros que todavía no están a mi alcance o batallo para encontrar en librerías, entonces como sé que necesito y requiero leerlo, me tengo que adaptar lo digital, pero en cuanto voy a una librería y encuentro el que estoy viendo en digital, lo compro”, explicó.
Por su parte, Jack Doron ha visto cómo a través de los años ha ido cayendo el hábito de la lectura en las nuevas generaciones, que se ven atraídas por las redes sociales, los videojuegos, la televisión, dedicándole poco tiempo a disfrutar de los libros.
“Para cualquier sociedad es importante fomentar la lectura para hacer crecer su crecimiento. Vemos tristemente la gente con el teléfono, totalmente absorbidos, sin embargo, un buen libro o una buena novela, es muy importante para que se nutra su conocimiento y crezca el dialecto”, aseveró.
LAS LIBRERÍAS SE ENFRENTAN A PANORAMA ADVERSO
Vladimir López Ontiveros es la tercera generación de libreros en su familia y ha visto desde muy pequeño, la forma en que ha ido evolucionando el negocio de la venta de libros en la ciudad.
Gerente de la Librería El Día, empresa con más de 60 años de haber sido creada, confía en que las librerías sigan manteniéndose en la preferencia de los lectores y convivan con las nuevas alternativas digitales que han ido ganando terreno.
“Definitivamente nos enfrentamos a un panorama muy adverso las librerías. El libro debería ser artículo de primera necesidad, pero desafortunadamente el hábito de la lectura, el gusto por el libro se adquiere por la familia o en los círculos como es la escuela. Aún el mercado es muy amplio, que todavía tiene margen de crecimiento, se ve en los jóvenes las series juveniles, la literatura infantil, juvenil, es lo que más se vende y eso da un poco de esperanza de que las generaciones nuevas van a estar adquiriendo el hábito de la lectura y el gusto por la cultura impresa”, comentó.
López Ontiveros insistió que el libro debería considerarse como un artículo de canasta básica, aunque lamentó que en los tiempos actuales se considere como un artículo de lujo.
“Es algo que debería tener mucha más divulgación, más difusión, ir más de la mano con la educación, porque en el sistema educativo creo que no se está cumpliendo el objetivo de crear lectores e individuos pensantes, con este sentido crítico y capacidad de criterio”, abundó.
“NO ESTÁN PELEADOS LOS FORMATOS”
Eréndira Márquez trabaja para Librería “Libros, Café y Jazz”, un espacio que alberga material clásico, ediciones especiales y también contenido reciente, no ve que lo digital sea un enemigo del formato impreso, sino al contrario, cree que entre más herramientas de promoción de la lectura haya, será mejor.
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“Yo tengo un Kindle que utilizo cuando estoy cansada de la forma tradicional por el tamaño de letra o la luz. No creo que sea un pleito y que lo electrónico, vaya a desplazar a lo analógico y al libro. El lector aunque tenga un Kindle, necesita tener un libro en las manos y cualquier persona que tenga un Kindle, te va a decir que cuando pueda leer en físico lo va a hacer”, expuso.
Eréndira declara su amor por la lectura, aunque también ve en el libro, una forma de vida, la manera en que logra que su vida tenga un sentido especial.
“El libro es una ventana y una puerta, algo que te permite salir de donde estás y entrar a un nuevo lugar. El libro como objeto es mi material de trabajo, soy librera, entonces a mí me interesa que la gente lea en físico y lea libros usados”, concluyó.