Tijuana.- Hace cuatro años, cuando llegó a vivir a Lomas Taurinas, Karla (quien omite dar su apellido), hacía uso de los juegos, las pesas y caminaba por el Parque Pastejé, pero eso quedó en el pasado.
Su pequeña hija ahora no puede disfrutar del parque, porque este se encuentra en malas condiciones por la falta de mantenimiento e invasión de terrenos en el área.
Este espacio, que fue inaugurado en la administración de Carlos Bustamante Anchondo, es ahora mismo tierra de nadie, donde igual pueden ser arrojados cadáveres que ser invadido, ante la omisión de las autoridades estatales y municipales.
“ERA MUY INSEGURO”
Si bien no puede disfrutar del parque por las invasiones y el nulo mantenimiento, Karla se conforma con que este punto ya no sea de conflicto, pues anteriormente era un foco de inseguridad y violencia, situación que dice, ha cambiado con las casas instaladas alrededor.
“Antes había quemadera de carros, tiraban cuerpos, porque estaba muy solo todo esto y ahora uno puede pasar libremente a dejar a los niños porque todos estamos acoplados aquí. Con la invasión ya no vienen y hacen sus cosas, estaba muy oscuro y solo”, expresó la ciudadana.
UN PARQUE EN ZONA DE ALTO RIESGO
En noviembre de 2012 se inició la construcción de ese parque, anunciada por el entonces delegado municipal de Mesa de Otay, José Osuna Camacho.
El sitio era descrito como “17 hectáreas de terreno donde se van sembrar alrededor de tres mil árboles y se están haciendo una serie de instalaciones de tipo recreativo y deportivo para esa zona de la ciudad”.
A un medio local informaba que se invertían alrededor de cuatro millones de pesos por parte del Programa de Rescates de Espacios Públicos.
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SE REQUIERE DE SUPERVISIÓN
El arquitecto egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Luis Ángel Méndez Banda, ve necesaria mayor planeación para el desarrollo de espacios públicos dignos para la ciudadanía.
“Sé que en esta ciudad, tanto ciudadanos como diversos actores públicos y particulares son muy participativos para hacer un proyecto, y más cuando tiene mucha visibilidad. Sorprende que un lugar tan importante para la comunidad no tenga el mismo apoyo o sea tan desconocido para la ciudadanía. De estar enterados, no tendrían mucha oposición de mejorar los espacios públicos, al final a todos nos han agradado las obras de rehabilitación de Sedatu en los parques de nuestra ciudad y seguramente estarían más involucrado, al ser usuarios del parque, sea como voluntarios o visitantes”, agregó.
Méndez Banda dijo que además de la creación de los espacios se debe dar vida a estos sitios, para que la ciudadanía tome cariño al lugar y con eso se evite la falta de mantenimiento o abandono.
“Se habla mucho sobre que la gente se apropie del espacio. Que lo haga suyo como comunidad e individualmente. Se fomenta mucho con las actividades recreativas y también que la gente les gusta tener un espacio terminado y con mantenimiento. Si este nunca fue terminado, cuidado o no tuvo fomento, perderán el apoyo de la gente, sea con indiferencia o con el rechazo, como ya ha pasado con otros inmuebles públicos de nuestra ciudad. Pero la necesidad siempre está en la comunidad, la falta del espacio adecuado los hará buscar otro lugar, pero muchas veces lejos de sus colonias y con menor frecuencia de la que necesitan o desearían ir”, agregó.
El arquitecto culpó a las autoridades por no analizar los entornos antes de realizar una obra, lo que repercute en que los espacios habilitados muchas veces no cumplan con su propósito de convertirse en sitios recreativos.
“Antes de soltar el presupuesto y los contratos de obra, sería bueno que miren a dónde y qué hacen de recreo sus ciudadanos. Tal vez sea algo muy particular que hace falta y estén haciendo en otro lugar. Además de ver dónde, tal vez sea en la calle en algún lote sin urbanizar o en algún parque donado, que ya no tuvo mantenimiento”, concluyó.