Karina Torres
La falta de legislación en materia medio ambiental y de normas claras para el correcto procesamiento de residuos orgánicos e inorgánicos en la entidad ha generado que sean las organizaciones de la sociedad civil las que salgan a flote para impulsar una cultura de concientización en el tema, como es el caso de Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental y la reciente empresa Ewally, la cual se dedica a la recolección y separación de residuos para su correcto procesamiento.
Daniel Serrano es el creador y miembro del equipo de trabajo de la empresa Ewally, creada en el año 2017 en el puerto de Ensenada. Ante la problemática de basura y falta de recolección en la zona de Maneadero, este joven emprendedor decidió echar a andar un proyecto que facilitará a los residentes de aquella zona olvidada por las autoridades: deshacerse de forma correcta de sus residuos.
“Este fue un proyecto de emprendimiento que realizamos ya a partir de dos años y medio. Hemos iniciado, por así decir, ya bien a operaciones desde hace un año (…) La empresa surgió porque vimos la problemática de la basura que se está viviendo en la ciudad de Ensenada y en el área de Maneadero, específicamente, semanas, meses sin la recolección. Mi compañero Carlos García se dio a la tarea de hacerles una propuesta a los ciudadanos, dijo ‘¡me voy a poner de acuerdo con ustedes! Ustedes van a separar su basura y yo le voy a recolectar gratis’” mencionó.
Este proyecto piloto estuvo en vigor durante tres meses antes de iniciar funciones en la ciudad de Tijuana. A pesar de que la dinámica de la ciudad es distinta, sigue siendo la misma la necesidad y deseo de la sociedad por comenzar una cultura de reciclaje.
“Dicen las personas que en México no hay cultura (de reciclaje), pero es una mentira; realmente nosotros lo podemos evidenciar que esa hipótesis es falsa. La gente quiere reciclar, la gente quiere ayudar al medio ambiente, pero no están estas herramientas que permitan ayudar para que se pueda hacer viable esta medida”, indicó el miembro del equipo de trabajo.
El proyecto consiste en brindar capacitación a las empresas grandes o chicas que deseen aprender la cultura de la separación de residuos. Posteriormente, la empresa se encarga de la recolección y distribución a las distintas empresas en la entidad para su correcto procesamiento. La intención, afirmó, es que todos los residuos se conviertan en materia prima. En el caso de los residuos orgánicos, estos son transformados en composta que permite el continuo crecimiento de los huertos de la región.
“Para cada material, es una industria distinta. Si hablamos de plásticos, estamos hablando mínimo de unos siete diferentes tipos de plásticos que son los que actualmente se dan. Se hace una segregación, hay plásticos que son fáciles de procesar y que se pueden, por así decir, darle un tratamiento muy sencillo; hay otros que son muy complejos y hay algunos que actualmente sí podría estar reciclándose, pero aún no está el ecosistema, las herramientas, las empresas que puedan hacer esto”, explicó Daniel Serrano.
Pese a la labor que realizan al facilitar la separación y traslado de los desechos, la realidad es que la falta de legislación en el tema ha generado lagunas legales y falta de leyes que permitan promover este tipo de trabajo en el tema específico del reciclaje, además de mucha confusión entre los residentes que sí desean aportar en el tema medio ambiental pero que desconocen las normas o permisos que deben obtener para iniciar este procedimiento en beneficio del ecosistema.
Aunque trabajan todo tipo de residuos, el principal detectado tanto en establecimientos, como cuentas y playas de la región, es el plástico en sus diferentes presentaciones. Para la directora de Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, Margarita Díaz, más de 50% de los residuos y desechos, principalmente plásticos, se localizan en cuencas y ríos de la región.
“Está en las cañadas, está río arriba, está donde vive la gente, porque viven ahí y lo tiran en la calle, lo tiran atrás de su terreno. No quieren pagar para que recojan su basura y la tiran en la cañada donde no la veo y luego el agua se la lleva. Hay otra parte que la gente que lo entierra, pero el plástico no se biodegrada. Vienen las lluvias y se desentierra y escurre por la cañada y baja al rio y llega al mar. Entonces, no donde lo pones se queda, se mueve, parece que tiene patitas y se mueve, se mueve la basura por el aire, por el agua, por el transporte; ese es un punto muy importante”, expresó.
Durante la última jornada de Salvemos la Playas, que encabeza esta organización civil, se recolectaron más de dos toneladas de basura tan solo en el área de Playas de Tijuana; de estos, 65% fueron residuos de plástico, por lo que, aseguró, apostarle a una transformación en la cultura medio ambiental es vital para reducir la cantidad de desechos y basura de las calles de la entidad que terminan en las cuencas, ríos y playas de la región.
“Ahorita, la intención es la sustitución para llegar a la eliminación (en el uso de plásticos) porque la tirada no es cambiar, la tirada es eliminar, que no dependamos de esto desechables, pero eso nos está teniendo un costo muy grande y no estamos viendo lo que estamos pagando por lo rápido a corto plazo”, reiteró.
Ante la falta de legislación en el tema, los representantes de ambas organizaciones afirmaron que continuarán los trabajos para promover una cultura del reciclaje hasta lograr la mayor reducción de residuos plásticos y de material diverso en la entidad.
CIFRAS
- En la última campaña de recolección de Salvemos la Playa en Tijuana, 65% de los residuos fueron plásticos, de los cuales:
- 16.6% eran botellas y tapas de plástico
- 11.5% recipientes de Unicel
- 9.8% fueron vasos y popotes
- 9.1% otro tipo de plásticos
- 7.6% envoltorios de alimentos
- 6.3% bolsas de plástico
- 4.4% cubiertos desechables
Los principales productos que recolecta la empresa Ewally son:
- Plásticos
- Residuos de vidrio
- Material orgánico