Tijuana.- Una cervecería, con música, baile y buen ambiente, no debería ser algo inusual en una ciudad como Tijuana, con una intensa vida social y nocturna. Sin embargo, este negocio está instalado a un costado de algunas viviendas, que prácticamente se vieron “invadidas”, por el crecimiento comercial que ha experimentado durante los últimos años la colonia Cacho.
Vivir en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, ya no es tan placentero para los vecinos, que a diario sufren a los valet parking, ruido nocturno, falta de estacionamiento, construcción desmedida de edificios y hasta la intención de desarrolladores de apropiarse de una calle pública.
LA LEY DE LOS VALET PARKING
Rodolfo Álvarez, vivía cómoda y felizmente en su casa de la avenida Aguascalientes. No se podía más: Un hogar en la “zona dorada” de Tijuana.
Pero desde hace dos años, el colono de la Cacho prácticamente ha visto cómo el espacio de su vivienda se ve “invadido” de automóviles estacionados al exterior por los llamados valet parking.
“Agarran la calle como si fuera parte de su negocio y tiene que existir una regulación por parte del Ayuntamiento, para que el mismo negocio que tiene el valet lo tenga frente a su negocio, no que usa toda la calle y hace doble o triple fila y lo único que hacen es obstruir el tráfico y afectar a todos los residentes de la colonia”, comentó.
Los valet parking llegan de la mano de la instalación de comercios y negocios, pero Álvarez no ve con malos ojos que abran establecimientos, entiende que la vocación de la colonia se ha transformado, para ser un punto de encuentro para la ciudadanía.
“Ya no podemos y es inevitable que la colonia Cacho siga con este crecimiento, hemos aprendido a convivir con esto. No estamos en contra, es parte de la dinámica que adquiere la ciudad, pero hay que trabajar con los valet parking, que son un dolor de cabeza”, expresó.
Por ahora no queda que hacer para Rodolfo, que ve como su colonia se convirtió de una zona totalmente residencial, a un punto de ocio y entretenimiento de Tijuana.
“La gran mayoría de vecinos han hecho y ven la oportunidad de poner locales como alimentos y bebidas. Puede ser buen ejemplo si se organiza bien, si se hace un trabajo de planeación urbana, puede ser un buen ejemplo para replicar en otras colonias o áreas de la ciudad”, manifestó.
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UN RUIDO QUE NO DEJA DORMIR
Al ser una de las colonias más tradicionales de la ciudad, una parte de sus residentes son personas de la tercera edad que llegaron a vivir a la Cacho, prácticamente desde su fundación.
A esos vecinos representa Ignacio Carlos Huerta, expresidente del Colegio de Arquitectos de Tijuana, quien habla de las incomodidades que padecen los adultos mayores, que hasta altas horas de la noche, escuchan música a todo volumen y gritos, generados desde los negocios como bares y cervecerías.
“Hay muchos adultos mayores, son 2:00 o 3:00 de la mañana y el ruido es increíble y no hay autoridad que pueda poner un orden. Se está rigiendo en cuanto a la ley del más poderoso y el que tiene dinero. Eso no lo podemos permitir”, aseveró.
A últimas fechas para los vecinos es común encontrarse con botellas tiradas en las calles, corcholatas por todos lados, cocheras bloqueadas y hasta jeringas de gente que se droga en plena vialidad.
“Me da vergüenza cómo se encuentra la ciudad. No es posible cómo se ha ido deteriorando y que no ha hecho nada la autoridad y tampoco la sociedad. Tenemos que hacer una acción vinculada sociedad y gobierno para que podamos mejorar el entorno de Tijuana. Es una historia muy triste”, lamentó.
El arquitecto cuestiona por qué la autoridad no preguntó a los vecinos si estaban a favor de cambiar el uso de suelo residencial a mixto, al ser estos los principales afectados por todo lo que involucra la instalación de negocios.
“Como Colegio de Arquitectos pretendemos hacer una armonización muy concreta de lo que debe ser toda la legislación urbana, para evitar este caos que está sucediendo y que no es posible”, apuntó.
Otro asunto que igual preocupa a Ignacio Carlos Huerta, es la construcción de desarrollos habitacionales en casi cada esquina de la Cacho, comprometiendo los servicios públicos del área y la calidad de vida de los residentes.
“De pronto teníamos 50 viviendas y se triplica el número de gente que hay aquí y ¿qué pasa con la infraestructura? Se debe ir a revisión. No estoy en contra del desarrollo, lo que sí estoy en contra, es de que sigamos depredando a la ciudad y cada vez haciendo una situación muy lamentable en cuanto a lo que es el confort que debe tener el habitante de Tijuana”, remarcó.
LA LARGA LUCHA PARA RECUPERAR UNA CALLE
Vecinos de la colonia Cacho están en camino a recuperar la calle Colombia, luego de varios años de lucha para que la vialidad vuelva a manos de los ciudadanos de la zona.
El presidente de la Cacho Asociación Civil, Juan Carlos Fernández Pavón, recordó que hace tres años y medio se percataron que había un proyecto sobre la vialidad, para la construcción de un edificio de 14 pisos, promovido por el exfutbolista, Fernando Arce.
“Nos llamó la atención porque todos los que residimos aquí por años, sabemos que siempre ha sido una calle. En su momento pasaban los carros y conectaba. Cuando nos enteramos que iba a haber un proyecto nos llamó la atención, solicitamos informes al ayuntamiento y en su momento nos dijeron que tenía un dueño y había proyecto”, comentó.
Tras iniciar la ruta jurídica, dijo que se percataron de la irregularidad que se llevó a cabo para la adjudicación de este bien, que pasó a manos privadas.
“Nos acercamos a la Sindicatura que mandó a traer personal de Oficialía Mayor que tienen los bienes inmuebles de la ciudad. Hacen dictamen general y pruebas, nos entregan un documento donde reconocen que es calle y vialidad. Solicitan al jurídico del municipio, que revoque juicios que se otorgaron del Poder Judicial y cualquier permiso relativo a una construcción en esta área”, apuntó.
Señaló que están solicitando al área jurídica de la administración municipal que remita toda esta documentación a los juzgados donde emitieron estas sentencias, para que se revoquen y ya se considere una vía pública, que ayude a mejorar la circulación en la zona, que se ha visto comprometida, ante el crecimiento de negocios y la construcción de más edificios.
“Simplemente solicitamos que se habilite como vialidad. Que se revoquen todos los permisos y todo lo que deriva y que igual el señor Arce, se entere que si hizo un pago, ni modo, que se entere que esa compraventa no tiene efectos porque esta es una vialidad”, sentenció.
Es 2021, vivir en la Cacho es uno de los anhelos de muchos tijuanenses. Lo reflejan los altos costos de las viviendas, que siguen y siguen subiendo. Sin embargo, no todo es alegría para los que residen ahí.