Tijuana.- Los exempleados de “Sigue”, un centro de atención telefónica o “call center” en Tijuana, se manifestaron este lunes 4 de marzo en las instalaciones exigiendo su liquidación, porque han pasado casi dos meses de no recibir respuesta por parte del patrón, denunciaron.

Carla Enríquez, es una de las empleadas que tenía mayor antigüedad dentro de la empresa y fue despedida el 19 de enero del presente año, cumpliendo casi 17 años laborando en el departamento de prevención de fraude.

Mencionó que la empresa comenzó a “decaer” económicamente desde hace dos años y en el 2023 iniciaron a realizar recortes de personal, llegando a despedir casi a mil colaboradores.

Recordó que las encargadas de recursos humanos les llamaron vía telefónica pidiendo acudir al organismo y dejar el equipo de trabajo, conformados por dos modem y un aparato llamado “Wize”, para posteriormente firmar lo que sería su liquidación.

Sin embargo, señaló que pasaron al menos dos semanas sin respuesta de liquidación, por lo que lo denunció al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje para presionar a los presuntos responsables de la empresa.

“En dos semanas vi que no me habían llamado, entonces me dirigí a conciliación, fue cuando mandaron a un inspector a la empresa para verificar que estaba pasando, porque no fui la única persona que me presenté (conciliación)”, explicó.

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Señaló que la abogada Elizabeth Licona, encargada del caso, mencionó que “Sigue” no estaba pagando la cantidad correspondiente a cada empleado, además que hasta la fecha no la han recibido.

“Ya no se presentan ni a ofrecer ninguna cantidad ni a darnos algún cheque, a pesar de que habíamos personas que supuestamente ya habíamos llegado a acuerdo con ellos, pero no nos están dando nada y no han dado la cara”, expresó.

Al buscar a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, compartieron que el caso recientemente ingresó a investigación y actualmente están buscando a los empleadores y los patrones de dicha empresa.

Jonathan Chávez trabajó como coordinador de operaciones durante siete años, pero también lo despidieron injustificadamente. Un día solo no le dieron acceso a ingresar al edificio.

“La empresa solamente desapareció paulatinamente, pero de un día a otro fue cuando ya nos cortaron el acceso y así fue como nos dimos de baja y venimos a exigir que la empresa se haga responsable de pagarnos”, comentó.