Alejandro Domínguez/ La Voz de la Frontera
Mexicali.- El delegado único del Gobierno federal en Baja California, Jesús Alejandro Ruiz Uribe, informó que en 10 días, mientras que el de Mexicali, aún está por definirse, por lo que considera están preparados para atender una contingencia migratoria, que hasta ahora ha sido más de discurso que otra cosa.
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Ante la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de realizar deportaciones masivas, así como de que los centroamericanos que realizarán sus trámites migratorios, deberán esperar en México, el Gobierno federal instalará dos albergues, uno en Mexicali y el otro en Tijuana.
El albergue de Tijuana está prácticamente listo, se hicieron ya las conexiones, en unos 10 días ya va a estar cercado y habilitado, en espera que aumente el número que sigue en un punto manejable, pero ya está el lugar, está entre O´Higgins e Insurgentes y el de Mexicali todavía estamos definiendo el lugar
Hasta ahora la estadística de deportados ha sido muy similar al del año pasado, pero sí se ha presentado un ligero repunte en centroamericanos, lo que demuestra que hasta ahora ha sido más discurso que otra cosa.
“Estamos preparados con la designación del albergue, preparados ya con las visas de trabajo a las personas, estamos con los registros al día”.
La situación no ha sido mayor debido a que mucha gente que ha sido retornada a México, centroamericanos principalmente, viene de haber ganado dinero y están acostumbrados a ciertas condiciones de seguridad, por lo que no es fácil que quieran irse a un albergue.
“Muchos llegan y se ubican ellos por comodidad, en hoteles, otros más se regresan a su tierra, en espera de retornar cuando les toque la cita, otros más se están ubicando con parientes que ya hay acá, por eso todavía la cifra es manejable”.
El funcionario federal aclaró que están preparados por si la cifra crece de manera exponencial.
El año pasado retornaron por Baja California a 63 mil mexicanos, muchos de ellos se quedaron a trabajar en esta entidad, otros se fueron a sus lugares de origen, y otros nada más se dieron la vuelta y volvieron a brincar el cerco.