Karina Torres

Tijuana.- En fechas recientes, las autoridades tributarias han comenzado la implementación de mecanismos de presión a los contribuyentes para que estos cumplan en tiempo y forma con sus obligaciones; sin embargo, estas medidas de presión se basan más en intimidaciones que en un diálogo abierto, afirmó el abogado fiscalista Adolfo Solís Farías.

“Se cree que, metiendo a la cárcel a las personas, (estas) paguen más, pero es incorrecto, porque las ciencias penales no pueden resolver un tema que se resuelve con las ciencias financieras. Entonces, el problema es que, si usamos técnicas penales de presión, de represión, de control, de sujeción, son las mismas técnicas que se usaban hace un siglo, y eso es lo que tiene preocupado al sistema académico. Los académicos nos preguntamos por qué estamos en un retroceso social”, expresó el abogado.

Sobre esto, Solís Farías comentó que los países desarrollados no meten a la cárcel a los contribuyentes, sino que permanecen fuera de ella pagando sus deudas. A la fecha, en México han detectado mecanismos de presión a través de cartas de invitación con citas presenciales en las que el contribuyente, cuando acude a las oficinas, es presionado con el propósito de que pague, lo cual los expertos han calificado como un retroceso.

“Lamentablemente, no se deja rastro, no se deja rastro. Se hacen las invitaciones, pero las invitaciones no tienen un efecto técnico o jurídico. Se pueden atender o no se pueden atender. Dentro de las instalaciones, no se levantan minutas, no se levantan actas, no se documenta con videos cómo se llevan a cabo estas acciones, y, por lo tanto, se generan muchos abusos”, puntualizó el profesional en derecho.