Tijuana. –Baja California encabeza la lista nacional de homicidios dolosos con mujeres como víctimas: fueron 99 casos solo en el primer trimestre de este año, de acuerdo con el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).
Meritxell Calderón, abogada y activista por la prevención de violencia contra la mujer y grupos vulnerables, señaló que en la entidad la investigación de muertes violentas de mujeres sufre por dos factores: el primero es la falta de recursos financieros y humanos de la fiscalía para una investigación oportuna, y después están los prejuicios de quien investiga, algo que consideró decisivo para el proceso.
Desfavorece la investigación de entrada”, dijo Calderón, porque la misma autoridad antes de investigar menciona que “las mujeres asesinadas estaban de alguna manera involucradas en la delincuencia organizada.
Los estereotipos como “la madre de familia que trabajaba de noche, ya no se investigan porque se cree que es trabajadora sexual”, añadió.
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También influyen rasgos de la víctima como la tez morena y la clase social, por eso el caso de una mujer pobre será menos probable que se investigue como feminicidio, apuntó.
Calderón expuso que la autoridad, al encontrarse con una muerte violenta en un motel o en una situación de riesgo, ésta es calificada como parte de la delincuencia organizada.
“No se han puesto a analizar el modus operandi que tienen muchos agresores con sus parejas. Que sí son de la delincuencia organizada, pero asesinan a sus esposas, novias e incluso a sus hijas que no quieren ir a la trata de personas o a la venta de drogas”, expuso.
Concuerda en que hay más participación de mujeres en la delincuencia organizada, pero rechazó que esa sea la causa del aumento de muertes violentas de mujeres en Baja California.
El protocolo de investigación dicta que todo asesinato de mujer, niña o adulta mayor inicia como feminicidio, y si no hay elementos entonces se convierte en homicidio.
“Aquí se hace al revés... cuando se presiona se empiezan a buscar elementos para catalogarlo como feminicidio”, afirmó Meritzell Calderón.
Denunció que tanto ella como otras activistas creyeron que con el cambio de gobierno habría mayor trabajo en la prevención, atención y justicia a las agresiones contra la mujer, pero no fue así.
“Por el contrario, nos han obstaculizado, no nos han dejado trabajar y ahora veremos con el nuevo gobierno de a cómo nos toca”, señaló.