Tijuana.- Terminó el primer mes del año y los temas de discusión sobre lo que impacta a la ciudad, comenzaron calientitos.
Primero que nada, la tormenta del 22 de enero que dejó ver una vez más la poca experiencia que tienen las (casi) nuevas autoridades del municipio y del estado, para hacer frente a una emergencia como estas.
La ciudadanía lo padeció, pero bueno, los responsables de tomar las decisiones estaban fuera del estado atendiendo sus prioridades: las electorales. Por fortuna, pero no menos importante, las pérdidas sólo fueron materiales.
Y en su conocida sección de protestas, primero fue el turno de la prensa para cuestionar por qué a dos años de haber sido asesinados, la periodista Lourdes Maldonado y el fotógrafo de la fuente policiaca, Margarito Martínez, no han visto enfrentar la justicia a quienes ordenaron su muerte. Reclamo con el que más de uno pretende legitimarse como profesional de la información acomodándose para la foto.
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También se movilizó personal de enfermería del Hospital General de Tijuana por un retraso en el pago de sus salarios y porque con la entrada en vigor del IMSS Bienestar, contaron, les fue notificado que como personal de contrato su futuro laboral es incierto. Vaya reformas transformadoras.
A propósito de burradas, una de las protestas del mes fue la de un a veces ingenuo pero bien intencionado grupo de jóvenes que pide detener el uso de “burrocebras” como atractivo turístico en la avenida Revolución. Un reclamo de animalistas que no ha encontrado solución definitiva desde las oficinas de gobierno.
Pero si de soluciones hablamos, la Guardia Nacional no detendrá criminales ni decomisará drogas (aunque ya los hemos visto extorsionar comercios y robar cargamentos de narcotraficantes), pero sí están para vigilar que los migrantes no crucen a Estados Unidos mientras el tío Sam renueva su muro en playas. ¡Qué vecino tan solícito y amable es este país!
Ya para despedirnos y quedarnos con un buen sabor de boca por el cierre del maratón Guadalupe-Reyes, resulta que el Centro Cultural Tijuana (Cecut), rodeó una vez más el cine Imax con la tradicional Rosca de Reyes que alcanzó 707.48 metros de largo.