A poco menos de tres semanas de que se abra la frontera a cruces no esenciales, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), sigue en la búsqueda de personal para hacer frente a la demanda de más usuarios en las garitas internacionales.
Según lo expuesto por Carlos González Gutiérrez, cónsul general de México en San Diego, esto es una de las prioridades a resolver por parte del gobierno norteamericano, que vio reducido el número de agentes.
“CBP enfrenta retos, harán esfuerzo especial para reclutar nuevos agentes y poder ocupar todos las casetas que ahora estarán listas para recibir a nuevos visitantes. Son ocho carriles que están listos y que no se habían estrenado por la pandemia, pero estarán listos, aunque falta suficiente personal”, agregó.
González Gutiérrez, señaló que CBP aún no informa oficialmente si el PedWest operará a partir del 8 de noviembre, debido a que permanecen los migrantes en El Chaparral.
El cónsul general de México en San Diego, resaltó los beneficios que tendrá para ambos lados de la frontera la vuelta de los cruces no esenciales, por las afectaciones económicas y de tipo social que provocaron.
“El más importante ha sido la fragmentación de familias, comunidades divididas y amigos que se dejan ver y esperamos que se reabra a plenitud el acceso a aquellas personas vacunadas”, apuntó.
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Precisó que por las restricciones fronterizas, el comercio del Condado de San Diego perdió hasta 40% de sus ventas, mientras que en San Ysidro cayeron hasta 75%, por la falta de consumidores mexicanos.
Indicó que uno de los sectores más afectados fue el de servicios, como restaurantes, hoteles y todos aquellos que atienden a los turistas.
“Nos da un gusto enorme que después de más de 18 meses se reabra a plenitud la frontera, ha tenido un costo enorme el cierre en ambos lados. Vamos a trabajar muy de cerca con las autoridades migratorias estadounidenses para facilitar el cruce lo más posible”, concluyó.