Los programas públicos de alta especialidad para dar atención a enfermedades cardiovasculares a infantes son escasos a nivel nacional, mencionó Adrián Sánchez Flores, director médico de la asociación civil Bebé Cardio.
“Hay muy pocos programas a nivel nacional o están muy centralizados, sales de las ciudades grandes del país y es difícil. Diagnósticas, pero ¿dónde los atiendes”, comentó el especialista.
Sánchez Flores mencionó que en el estado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es el único servicio de salud público que da este tipo de atención a menores.
El especialista señaló que las malformaciones cardiacas son las más frecuentes en los seres humanos, ya que cada 100 infantes que nacen, uno va a tener una cardiopatía congénita.
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Estimó que en México, alrededor de 20 mil menores, nacen con un defecto en el corazón, agregó que estos son la segunda causa de mortalidad infantil en menores de cinco años.
Comentó que los defectos tienen solución, pero por “la falta de programas (públicos) es lo que trae una mortalidad alta por estos padecimientos”.
Agregó que los espectros de los padecimientos de nacimiento es muy amplio, ya que hay diagnósticos que se deben atender desde el primer día de vida, mientras que otros se detectan en la edad adulta.
“Si esos niños no se atienden de urgencia, fallecen prácticamente”, dijo.
Mencionó que algunos de los síntomas que presentan los menores con problemas cardíacos son palpitaciones, que no suben de peso, o que luzcan un color “moradito”, entre otras. Estas son detectadas por un médico de primer contacto como el pediatra o uno general, quien posteriormente lo canaliza a un especialista.
Cristal Jiménez Toscano, directora de Bebé Cardio, señaló que las operaciones para atender un defecto cardíaco en los infantes, tienen un costo promedio de 150 mil, solo si es esta no transcurrió sin ninguna complicación.
Pero su costo puede ascender a 250 mil pesos, ya que dependiendo del tipo de soplo cardiaco que presente el menor.