Tijuana.- Después de casi 10 años de la construcción del estacionamiento subterráneo a un costado del Palacio Municipal y pasar por diversas clausuras, el municipio hará una nueva revisión con la empresa concesionaria.
El pasado 6 de mayo en una sesión extraordinaria de Cabildo se estableció una comisión que evaluará las condiciones en que se encuentra la estructura, porque su deterioro representa una amenaza.
“El colapso del estacionamiento podría jalar al Palacio Municipal”, indicó Gerardo Tenorio Escárcega quien dirige la comisión.
“Desconozco cuál fue el costo de la obra, se ejecutó en administraciones anteriores (…) pero como había tenido detalles estructurales, ciertas administraciones no quisieron hacer los estudios. En esta administración adoptaron el estacionamiento para hacer una remodelación”, indicó.
La Comisión edilicia está conformada también por siete regidores, los directores de Protección Civil municipal y estatal, se buscará el apoyo del Colegio de Ingenieros Civiles además del Colegio de Arquitectos.
Dicha comisión, mencionó el dirigente, busca que los especialistas en estructuras informen al ayuntamiento la factibilidad para el uso de la construcción, porque el regidor a cargo de la Comisión de Planeación Urbanismo, Obras y Servicios Públicos, dijo que era necesaria una plaza cívica y un estacionamiento para los empleados.
“El asunto es que nosotros siempre le preguntamos cómo justifica técnicamente su uso factible después de tantos años, hasta el momento no han presentado ninguna información, lo bueno de la pandemia es que no se llevó a cabo ningún evento masivo”, manifestó.
Además se realizaron perforaciones en la loza de la superficie, indicó el edil, para instalar coladeras y evitar el estancamiento de agua, todas estas acciones sin alguna justificación previa.
“El regidor dice que la losa tiene una garantía que puede soportar el peso de la gente en caso de la realización de un evento, la verdad no sustenta nada y sí hay un riesgo, no lo digo yo, lo dice el corresponsal estructural de la empresa concesionaria, por lo que en la Comisión solicitamos información al regidor que lo autorizó”, agregó.
Se espera que en la próxima reunión de Cabildo, para la cual aún no hay fecha, se presenten avances a la inspección de la estructura, contando ya con el apoyo del Colegio de Ingenieros y el Colegio de Arquitectos, quienes además prestarán sus instalaciones para realizar dichas reuniones.
“En la próxima sesión trataremos de llevar la mayor cantidad de información (…) lo queremos hacer lo más legal y apegado a la ley, porque todo mundo puede opinar pero si no está establecido no lo toman como algo correcto”, señaló.
INICIAN LOS PROBLEMAS
El estacionamiento comenzó a operar en el 2011 y su concesión, aprobada por el ayuntamiento, tiene una extensión de 30 años.
El estacionamiento fue clausurado en 2015, debido a las grietas que se miraban en la estructura y hasta el 2018 fue reabierto.
El proyecto consistió en que la empresa concesionaria se encargara de la construcción y operación de los dos niveles de estacionamiento, la parte superior o techo del lugar quedaría a disposición del ayuntamiento como plaza pública, esto explicó Patricia Peterson Villalobos, secretaria de Desarrollo Territorial Urbano y Ambiental.
“Después de dos o tres años de operación se detectó una falla estructural, después de unos dictámenes que se hicieron y una revisión se hizo una reparación y refuerzo, que en teoría lo dejó habilitado para poderlo usar, pero algunas administraciones lo cerraron y después lo reabrieron”, agregó.
Hasta el momento se desconoce el número de reparaciones que ha tenido la construcción, señaló la secretaria.
“Con precisión no se cuántas reparaciones se hicieron, pero la última fuerte fue una que se hizo con plataformas de titanio entre 2014 y 2015, posteriormente se vió estabilidad en la estructura y el perito estructurista que realizó el trabajo garantizó el funcionamiento”, indicó.
A pesar de estas reparaciones aún no se aseguraba que la parte superior fuera funcional para tener una carga de personas.
“Quedaba todavía incertidumbre si podía tener una capacidad de carga viva o de personas en la losa superior, por lo que determinamos que la sobre loza que tenía podría ser retirada y sustituida con la carga de personas”, explicó.
Lo único concreto es que en una década no ha habido solución al peso de la explanada, y sobre nadie ha caído el peso de la responsabilidad.