Tijuana.- Pese a que Tijuana es considerada como una de las ciudades más violentas, no lo es para personas originarias de Michoacán y esta urbe fronteriza es primera opción para migrantes michoacanos, señaló el párroco Gregorio López Gerónimo, quien es fundador de la asociación civil El Buen Samaritano.
“Son 24 mil desplazados. Yo pienso que los 24 (mil) vendrán acá (a Tijuana). Ahorita han pasado de mayo para acá tres mil 500 y tenemos mucha gente que están en Morelia y en Uruapan, que están detenidos por nosotros para que salga del estado preparados”, mencionó.
En su visita por Tijuana, el también llamado padre Goyo dijo que la inseguridad en el estado de Michoacán ha obligado a instalar grandes campamentos de familias que son despojadas de sus tierras por grupos criminales en aquel estado, hechos que no son documentados por medios de comunicación y está sin visibilizarse el problema.
Por ello, la asociación civil El Buen Samaritano prepara a las familias antes de que emprendan su camino a Tijuana, aprendieron a hacer un protocolo para llevar consigo sus documentos y que tengan más posibilidades de ser recibidos en Estados Unidos.
“Es todo un proceso, porque no puedes salir del estado (de Michoacán) sin una denuncia judicial, con documentos personales, con una carta de antecedentes no penales, con unas cartas de recomendación, con la encuesta de migración de Estados Unidos (del programa MPP), con una carta de entendimiento de un familiar ciudadano (norteamericano), con la vacuna del Covid-19, todos estos requisitos les pido, pero aparte les doy una carta de recomendación de ‘El Buen Samaritano AC’, todo ese protocolo se los aplico allá (en Michoacán), para que tengan posibilidad de que los acepte migración”, comentó.
El padre Goyo señaló que los desplazados michoacanos han hecho una ruta migrante, tienen cinco puntos para solicitar asilo en Estados Unidos, Ciudad Juárez, Reynosa, Mexicali, Nogales y Tijuana, sin embargo esta ciudad fronteriza es la primera opción porque la consideran más segura que el resto de las ciudades del país.
Señaló que la única manera de que no lleguen a Tijuana es con el cambio de gobierno estatal y de aplicarse políticas públicas de protección a los ciudadanos.