El ambiente estudiantil y laboral para mujeres que deciden estudiar una ingeniería no es fácil. Se expone a comentarios machistas y en ocasiones a acoso, como fue el caso de Michelle Ocaña León, ingeniera electromecánica, especializada en ahorro y administración de energía egresada del Instituto Tecnológico de Tijuana (ITT).
“Al principio no fue fácil, éramos tres mujeres y al final fui la única. Era una mujer entre 40 hombres. Fue pesado, una se acostumbra a estar en un ambiente machista, malamente, y una trata de normalizar las malas costumbres de los chicos”, expuso.
Frases como: “¿Lo puedes hacer o te traigo toalla?”, “Si no ‘te fajas’, te quitas el pantalón para que te pongas falda”, eran frecuentes durante su carrera universitaria, no solamente de compañeros, también de maestros.
“A veces no es intencional, y se escuchan cosas feas que desalientan un poco. Tuve que aprender a ser fuerte, es algo que también tratarás en la industria, es una industria con muchos hombres. En los últimos semestres solo eran maestros, eran tres maestras en toda la carrera, debí aprender a escoger mis batallas, no puedes educar a la gente, pero deben saber que te respetas y tu trabajo vale. Tenemos las mismas capacidades”, expresó.
La ingeniera hasta cambió su vestimenta para evitar miradas que la incomodaban.
“De compañeros y también de profesores. No es fácil, eso lo hice para no sentirme incomoda, no solamente es en el ámbito de la escuela, sino también en el laboral”, dijo.
Actualmente, 70% de las personas que laboran en áreas de ciencias e ingenierías a nivel global son hombres, y el resto son mujeres, de acuerdo con Mayra Mezquita, presidenta de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria en Tijuana (Arhitac).
“En México el número de mujeres puede ser un poco menor. Estamos por sacar una encuesta para ver un poco más cómo estamos en otras áreas”, dijo.
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“Aunque la sociedad las vea como áreas profesionales masculinas, realmente las carreras no tienen género. Lo que se necesita es la dedicación y la capacidad, cualquier persona que esté interesada puede incursionar”, agregó.
Sin embargo, la ingeniera Ocaña León agregó que también deben sortear estereotipos físicos y de comportamiento.
“Mencionaban que me saldría bigote o me pondría panzona. Esos comentarios me los hicieron mis compañeros, hay estereotipos de que saldrás de la carrera mostrando rudeza”, dijo.
Y una de las razones que considera detrás de la deserción de mujeres en las carreras de ingeniería y en el ámbito laboral es el esfuerzo físico.
“Es un trabajo bastante pesado, a veces incluye la fuerza física, el subir a cubiertas tiene mucho que ver, no a todas las mujeres les gusta estar arriba de una nave, en el cerro, o estar trepada arriba de un poste, a otras no les gusta ensuciarse”, explicó.
En su trabajo, una empresa de aeronáutica, sólo hay cuatro mujeres y en cambio hay 20 hombres, destacó.
LA INSERCIÓN, DESDE LA ESCUELA
Para Jorge Carlos Ríos, encargado de integración del Centro de Innovación del Instituto Tecnológico de Tijuana (ITT), en todas las áreas profesionales la inserción de mujeres se ha vuelto un reto.
“Tengo una hija que es profesionista, y ha sido difícil que acepten opiniones de su parte, posiblemente por nuestra cultura”, explicó.
Sin embargo, esa inclusión en espacios laborales ha aumentado en los últimos años, anotó Ríos, y espera que eso continúe.
“En México vamos en buen camino, sobre todo en la frontera, esperamos que esto se vaya acortando. Las mujeres son un personal invaluable que se van a distinguir por ellas mismas”, agregó.
Actualmente, en el ITT 17 de las 20 carreras son ingenierías, las otras tres son arquitectura, contaduría y licenciatura en administración.
Y el encargado de integración del Centro de Innovación destacó que en algunas carreras es notorio el incremento de mujeres.
“Sobre todo en ingeniería industrial, ingeniería en sistemas y arquitectura. Hay varias áreas, estamos viendo un resurgimiento de mujeres en ingeniería mecánica, eso quiere decir que vamos por buen camino”, afirmó.
Ocaña León invitó a las jóvenes a luchar por la carrera que deseen sin importar los obstáculos que puedan encontrar en el camino de convertirse en profesionista.
“Habrá gente de mente cerrada siempre. Sigan los pasos que quieran seguir, muchas mujeres ya comienzan a hacerlo, y no solamente en ingeniería”, expresó.
Desde el punto de vista de la ingeniera Michelle Ocaña, la solución a los problemas que ella y muchas otras mujeres han enfrentado durante su periodo universitario y laboral terminarán con una buena educación para las nuevas generaciones en cuanto a perspectiva de género.
También destacó que en ocasiones las mujeres toleran y fomentan actitudes machistas.
“Eso no es correcto. Está normalizado pero no es lo correcto, puede acabarse el machismo, se debe inculcar a los jóvenes qué es lo correcto y no discriminar”, finalizó.