Juan Miguel Hernández
Tijuana.- En 1996, el Congreso de Estados Unidos (con mayoría republicana) y el entonces presidente emanado del Partido Demócrata, Bill Clinton, aprobaron la primera de dos medidas que cambiaron radicalmente las leyes de deportación, y dificultaron la legalización de muchos migrantes.
Entre las medidas que contemplan las leyes, destacan “realizar deportaciones rápidas sin derecho a revisión judicial y razones legales para deportar a un indocumentado o a un residente legal, los migrantes, los portadores de la “Green Card”.
Otra ley contemplaba las prohibiciones de entrada por 10 años o para toda la vida por estadía ilegal, y la ampliación de los delitos que excluyen a un inmigrante para siempre de los Estados Unidos.
Respecto a este tema, Eloise Reyes, asambleísta del estado de California por el distrito 47, destacó que, a partir de la promulgación de estas leyes, la cifra de deportación pasó de 70 mil, a más de 400 mil cada año.
“Las oportunidades que habría de poder cambiar el estatus después de siete años de buena conducta, por decir, ya no había eso. Había mucho que cambio que nos afectó a todos, porque le(s) afectó a las personas deportadas, les afectó a las niños que quedaron sin sus padres”, expresó la representante del Partido Demócrata.
La política californiana lamentó que, desde hace 22 años, se haya dado un incremento en el número de familias separadas como consecuencia del endurecimiento de las leyes en materia migratoria.
“Afectó a toda la comunidad de perder personas importantes, y de saber lo peor, es que no hay un camino para llegar a la ciudadanía o también al estatus legal en los Estados Unidos. Nos preocupa muchísimo, pero más que todo nos preocupa qué hay niños que ahora se crían sin sus mamás”, concluyó.