/ viernes 14 de abril de 2023

Faltan en BC centros para atender ludopatía

Las personas no buscan ayuda al creer que no sufren un padecimiento, por lo que en Baja California puede haber más ludópatas, afirma el director del Instituto 

La ludopatía es una enfermedad que puede afectar la vida personal, familiar y laboral de quienes la padecen y al contrario de lo que ocurre con adicciones al alcohol o a las drogas, muchas personas consideran que no es tan peligrosa y por tanto, no buscan ayuda hasta que es muy tarde, aseguró Víctor Salvador Rico Hernández, titular del Instituto de Psiquiatría de Baja California (IPEBC).

Este tipo de adicción, dijo, está basada en impulsos que no se pueden resistir, en este caso por jugar y apostar.

A esta falta de conciencia, abundó, se suma la falta de centros de tratamiento para las personas con ludopatía, ya que si bien hay psicólogos que atienden a pacientes ludópatas en lo privado, en el espacio público sólo el Instituto brinda servicio a esta población.Rico Hernández resaltó que actualmente el IPEBC atiende a 18 pacientes por ludopatía, la mayoría llegaron a la atención por otras enfermedades.

Por su parte, para el psicólogo Eutiquio Pasos, la ludopatía es una de las adicciones con mayor posibilidad de recaída y Baja California no cuenta con centros adecuados para tratar la enfermedad, sobre todo en casos graves que requieren de internación.

Psicólogo Eutiquio Pasos

“Me volví loca, mi vida se convirtió en un infierno”

“Mi vida se convirtió en un infierno”, aseguró “Güerita” al recordar los 13 años que vivió dentro de su adicción al juego, tiempo en el que afirma perdió cerca de 2 millones de pesos.

Pero la historia de Güerita, alias usado para proteger su identidad, inició muchos años antes de su propia adicción, ya que su padre también fue ludópata y solía cambiar de ánimo conforme a su suerte en el juego; podía llegar emocionado tirando billetes, o enojado maltratando a todo mundo.

Fueron sus hermanas, asiduas a los casinos durante muchos años, quienes convencieron a Güerita de ir con ellas a apostar a uno de estos establecimientos, que apenas comenzaban a abrir sus puertas en Mexicali.

“Para mi mala suerte gané como a la tercera picada 400 dólares, antes era de dólares aquí; me gané 400 dólares y sentí mucha emoción; yo para ganarme 400 dólares trabajaba toda la semana o una buena comisión”.

Sin embargo, la suerte duró muy poco y tras un par de días con victorias comenzó un camino de pérdidas para ella.

“Así jugué en mi embarazo, jugaba jueguitos de carritos, de bebés, de todo, a ver si así me venía la suerte y pues no, ya no sucedió, nunca sucedió más, jugué 13 años, pero nunca volví a ganar”, manifestó.

UNA DURA BATALLA

Güerita es una de las personas en Mexicali que día a día libran una batalla contra su ludopatía, en una ciudad donde apenas en semanas atrás se confirmó la próxima apertura de más establecimientos que funcionan como casinos.

Güerita es miembro fundador del Grupo Paso Firme, junto a una de sus hermanas, quien a diferencia de ella dejó de acudir a las reuniones de apoyo y ha vuelto a los casinos.

Asesora financiera de profesión, actualmente no ejerce, ya que su adicción fue tan grande que en un momento de su vida llegaban personas diariamente a su puerta para cobrarle hasta 1 mil pesos diarios para cubrir sus deudas.

Esa desesperación la llevó a pedir prestado, a perder su casa y coche, a estafar y robar a amigos y familiares, e incluso a sus parejas.

“Es algo que te roba la paz, el alma, el corazón; así vivía, yo no dormía, no dormía, temblaba, mi cama se movía de mis temblores, del pánico ¿que voy a hacer mañana para pagar todo lo que robé? ¿Lo que estafe? Intenté suicidarme con el niño, lo platiqué con él y le dije amor tu mamá sufre mucho, quiero que nos vayamos juntos, no te quiero dejar aquí, esta vida no sirve, ahora lo platico con él y me dice mamita me dio tanto miedo morirme; me volví loca, mi vida se convirtió en un infierno”.

A casi cinco años de abandonar el juego por completo, Güerita recuerda que llegó a consultar con un sacerdote para encontrar una forma de salir de su situación, pero fue una de sus hermanas la que, una vez tocó fondo, la obligó “de las greñas” a buscar ayuda profesional.

“Me dijo aquí te quedas, supuestamente fundamos el grupo las dos de Paso Firme, pero ella no pudo ¿por qué? Porque yo tenía jugando dos años y medio y ella 33, tengo otra hermana que ha jugado 40 y tantos años”.

FACTORES DE RIESGO

De acuerdo con Eutiquio Pasos, fundador del Grupo Paso Firme de Jugadores en Recuperación, no existe una estadística como tal del número de personas con ludopatía, ya que no todas las personas que juegan llegan a convertirse en ludópatas.

Sin embargo, se han identificado diversos factores de riesgo para la ludopatía, entre éstos la personalidad de cada persona o si se encuentran enfrentando una situación difícil en su vida o si forman parte de una familia en donde haya conflictos o se acostumbre apostar.

El tercer factor de riesgo que resaltó el psicólogo es el ambiente en el que se desarrolla la persona, que engloba además la cercanía o el acceso que puede tener a un casino.

“Cuando ya tienes la sustancia o tienes el lugar que va a causar la convulsión a tu problemática, lo tienes cerca, entonces el riesgo se duplica”, expresó.

"Dicen el casino está a tres cuadras de mi casa; cuando voy a trabajar siempre hay un casino ahí, entonces para ellos, para la persona que tiene el trastorno adictivo, pues si es mucho riesgo y es difícil seguir con el tratamiento”, indicó.

Según autoridades municipales, en Mexicali existen entre 16 y 18 lugares con permiso para casinos en la ciudad, aunque no todos cuentan con los documentos actualizados, a los que se sumaron tres nuevos casinos anunciados en los últimos meses.

Durante la pandemia, con la suspensión de las reuniones presenciales, el número de integrantes del Grupo Paso Firme se redujo a menos de la mitad, pasando de entre 18 y 20 personas antes de la pandemia a sólo ocho, la mayoría nuevos miembros.

GRUPO PASO FIRME

El único otro centro de tratamiento para la ludopatía, el centro Misión San Carlos administrado por el Ayuntamiento de Mexicali, cerró sus puertas definitivamente en 2022, luego de que se decidiera entregarlo al Gobierno del Estado.

La falta de especialistas para atender a pacientes con ludopatía fue confirmada además por el psicólogo Eutiquio Pasos, fundador del Grupo Paso Firme de Jugadores en Recuperación, conformado por ocho exjugadores en proceso de recuperación.

De acuerdo al especialista, en 2011 comenzó a recibir por primera vez a personas con problemas de ludopatía, aunque fue hasta 2013 cuando este padecimiento fue reconocido oficialmente como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Yo los enviaba a Alcohólicos Anónimos, porque no había nadie que los atendiera, hasta que se hizo un grupo aquí en El Roble y lo que yo hice fue asesorarlos para que hicieran su grupo de ayuda mutua, ya que eso es lo que finalmente funciona”.

Así nació el Grupo Paso Firme, que en su primer intento fue conformado por 13 personas que por diversos motivos terminaron abandonando el grupo y fue reconstruido en el 2018, con miembros completamente nuevos.

SÍ SE PUEDE

Para Güerita los últimos años que ha vivido lejos del juego se han convertido en una batalla diaria contra la recaída, una que le ha permitido tener una casa propia para ella y su hijo, con quien ahora puede convivir con libertad.

“Hoy sé que sí se puede, para mí que Dios existe y que este programa es maravilloso, porque tiene unas promesas muy hermosas que se han ido cumpliendo y a veces me asusto, a veces todavía pienso que no lo merezco”.

Actualmente Güerita trabaja en el cuidado de un adulto mayor de 90 años de edad, en etapa terminal, y aunque en ocasiones siente la ansiedad y el miedo que le traen los recursos de sus años en el juego, está muy agradecida por su situación actual.

También asiste puntualmente a las reuniones del Grupo Paso Firme, tanto a las presenciales como a las virtuales, y se ha convertido en un apoyo y un ejemplo para otras personas que desean dejar de jugar.

“Quedé muy asustada, este juego me hizo pedazos, aquella empresaria en convenciones, una chingonada de mujer, el juego se la llevó, y me estoy recuperando gracias a Dios”.

SIN AYUDA EN EL ESTADO

A pesar del reconocimiento con el que ya cuenta la enfermedad en múltiples países, Baja California sigue sin tener centros adecuados para tratar la enfermedad, sobre todo en casos graves que requieren de internación.

"Desafortunadamente no tenemos especialistas en Baja California de las adicciones, no tenemos espacio para para los ludópatas”, indicó.

Aunque la asistencia psicológica es necesaria para iniciar un tratamiento por ludopatía, el psicólogo consideró esencial además que la persona pertenezca a grupos de apoyo, en donde ex-jugadores puedan brindarle el acompañamiento necesario para evitar una recaída.

De acuerdo al psicólogo, la ludopatía es una de las adicciones con mayor posibilidad de recaída y afecta cualquier aspecto de la vida de una persona; desde el área laboral, personal, escolar y hasta legal.Según lo dicho por el especialista, existen estudios hechos en países como España que dicen que cerca del 80% de las personas que caen en una adicción tienen otro trastorno que debe atenderse para evitar mayores recaídas.

“Personas que tal vez estén viviendo un duelo, una depresión, llegan y al estar jugando lo que va a pasar es que van a sentir placer por las pequeñas ganancias que van a recibir y eso puede ser que de pronto les esté sacando momentáneamente de su depresión, pero se van a meter en un problema más grave”.

La ludopatía es una enfermedad que puede afectar la vida personal, familiar y laboral de quienes la padecen y al contrario de lo que ocurre con adicciones al alcohol o a las drogas, muchas personas consideran que no es tan peligrosa y por tanto, no buscan ayuda hasta que es muy tarde, aseguró Víctor Salvador Rico Hernández, titular del Instituto de Psiquiatría de Baja California (IPEBC).

Este tipo de adicción, dijo, está basada en impulsos que no se pueden resistir, en este caso por jugar y apostar.

A esta falta de conciencia, abundó, se suma la falta de centros de tratamiento para las personas con ludopatía, ya que si bien hay psicólogos que atienden a pacientes ludópatas en lo privado, en el espacio público sólo el Instituto brinda servicio a esta población.Rico Hernández resaltó que actualmente el IPEBC atiende a 18 pacientes por ludopatía, la mayoría llegaron a la atención por otras enfermedades.

Por su parte, para el psicólogo Eutiquio Pasos, la ludopatía es una de las adicciones con mayor posibilidad de recaída y Baja California no cuenta con centros adecuados para tratar la enfermedad, sobre todo en casos graves que requieren de internación.

Psicólogo Eutiquio Pasos

“Me volví loca, mi vida se convirtió en un infierno”

“Mi vida se convirtió en un infierno”, aseguró “Güerita” al recordar los 13 años que vivió dentro de su adicción al juego, tiempo en el que afirma perdió cerca de 2 millones de pesos.

Pero la historia de Güerita, alias usado para proteger su identidad, inició muchos años antes de su propia adicción, ya que su padre también fue ludópata y solía cambiar de ánimo conforme a su suerte en el juego; podía llegar emocionado tirando billetes, o enojado maltratando a todo mundo.

Fueron sus hermanas, asiduas a los casinos durante muchos años, quienes convencieron a Güerita de ir con ellas a apostar a uno de estos establecimientos, que apenas comenzaban a abrir sus puertas en Mexicali.

“Para mi mala suerte gané como a la tercera picada 400 dólares, antes era de dólares aquí; me gané 400 dólares y sentí mucha emoción; yo para ganarme 400 dólares trabajaba toda la semana o una buena comisión”.

Sin embargo, la suerte duró muy poco y tras un par de días con victorias comenzó un camino de pérdidas para ella.

“Así jugué en mi embarazo, jugaba jueguitos de carritos, de bebés, de todo, a ver si así me venía la suerte y pues no, ya no sucedió, nunca sucedió más, jugué 13 años, pero nunca volví a ganar”, manifestó.

UNA DURA BATALLA

Güerita es una de las personas en Mexicali que día a día libran una batalla contra su ludopatía, en una ciudad donde apenas en semanas atrás se confirmó la próxima apertura de más establecimientos que funcionan como casinos.

Güerita es miembro fundador del Grupo Paso Firme, junto a una de sus hermanas, quien a diferencia de ella dejó de acudir a las reuniones de apoyo y ha vuelto a los casinos.

Asesora financiera de profesión, actualmente no ejerce, ya que su adicción fue tan grande que en un momento de su vida llegaban personas diariamente a su puerta para cobrarle hasta 1 mil pesos diarios para cubrir sus deudas.

Esa desesperación la llevó a pedir prestado, a perder su casa y coche, a estafar y robar a amigos y familiares, e incluso a sus parejas.

“Es algo que te roba la paz, el alma, el corazón; así vivía, yo no dormía, no dormía, temblaba, mi cama se movía de mis temblores, del pánico ¿que voy a hacer mañana para pagar todo lo que robé? ¿Lo que estafe? Intenté suicidarme con el niño, lo platiqué con él y le dije amor tu mamá sufre mucho, quiero que nos vayamos juntos, no te quiero dejar aquí, esta vida no sirve, ahora lo platico con él y me dice mamita me dio tanto miedo morirme; me volví loca, mi vida se convirtió en un infierno”.

A casi cinco años de abandonar el juego por completo, Güerita recuerda que llegó a consultar con un sacerdote para encontrar una forma de salir de su situación, pero fue una de sus hermanas la que, una vez tocó fondo, la obligó “de las greñas” a buscar ayuda profesional.

“Me dijo aquí te quedas, supuestamente fundamos el grupo las dos de Paso Firme, pero ella no pudo ¿por qué? Porque yo tenía jugando dos años y medio y ella 33, tengo otra hermana que ha jugado 40 y tantos años”.

FACTORES DE RIESGO

De acuerdo con Eutiquio Pasos, fundador del Grupo Paso Firme de Jugadores en Recuperación, no existe una estadística como tal del número de personas con ludopatía, ya que no todas las personas que juegan llegan a convertirse en ludópatas.

Sin embargo, se han identificado diversos factores de riesgo para la ludopatía, entre éstos la personalidad de cada persona o si se encuentran enfrentando una situación difícil en su vida o si forman parte de una familia en donde haya conflictos o se acostumbre apostar.

El tercer factor de riesgo que resaltó el psicólogo es el ambiente en el que se desarrolla la persona, que engloba además la cercanía o el acceso que puede tener a un casino.

“Cuando ya tienes la sustancia o tienes el lugar que va a causar la convulsión a tu problemática, lo tienes cerca, entonces el riesgo se duplica”, expresó.

"Dicen el casino está a tres cuadras de mi casa; cuando voy a trabajar siempre hay un casino ahí, entonces para ellos, para la persona que tiene el trastorno adictivo, pues si es mucho riesgo y es difícil seguir con el tratamiento”, indicó.

Según autoridades municipales, en Mexicali existen entre 16 y 18 lugares con permiso para casinos en la ciudad, aunque no todos cuentan con los documentos actualizados, a los que se sumaron tres nuevos casinos anunciados en los últimos meses.

Durante la pandemia, con la suspensión de las reuniones presenciales, el número de integrantes del Grupo Paso Firme se redujo a menos de la mitad, pasando de entre 18 y 20 personas antes de la pandemia a sólo ocho, la mayoría nuevos miembros.

GRUPO PASO FIRME

El único otro centro de tratamiento para la ludopatía, el centro Misión San Carlos administrado por el Ayuntamiento de Mexicali, cerró sus puertas definitivamente en 2022, luego de que se decidiera entregarlo al Gobierno del Estado.

La falta de especialistas para atender a pacientes con ludopatía fue confirmada además por el psicólogo Eutiquio Pasos, fundador del Grupo Paso Firme de Jugadores en Recuperación, conformado por ocho exjugadores en proceso de recuperación.

De acuerdo al especialista, en 2011 comenzó a recibir por primera vez a personas con problemas de ludopatía, aunque fue hasta 2013 cuando este padecimiento fue reconocido oficialmente como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Yo los enviaba a Alcohólicos Anónimos, porque no había nadie que los atendiera, hasta que se hizo un grupo aquí en El Roble y lo que yo hice fue asesorarlos para que hicieran su grupo de ayuda mutua, ya que eso es lo que finalmente funciona”.

Así nació el Grupo Paso Firme, que en su primer intento fue conformado por 13 personas que por diversos motivos terminaron abandonando el grupo y fue reconstruido en el 2018, con miembros completamente nuevos.

SÍ SE PUEDE

Para Güerita los últimos años que ha vivido lejos del juego se han convertido en una batalla diaria contra la recaída, una que le ha permitido tener una casa propia para ella y su hijo, con quien ahora puede convivir con libertad.

“Hoy sé que sí se puede, para mí que Dios existe y que este programa es maravilloso, porque tiene unas promesas muy hermosas que se han ido cumpliendo y a veces me asusto, a veces todavía pienso que no lo merezco”.

Actualmente Güerita trabaja en el cuidado de un adulto mayor de 90 años de edad, en etapa terminal, y aunque en ocasiones siente la ansiedad y el miedo que le traen los recursos de sus años en el juego, está muy agradecida por su situación actual.

También asiste puntualmente a las reuniones del Grupo Paso Firme, tanto a las presenciales como a las virtuales, y se ha convertido en un apoyo y un ejemplo para otras personas que desean dejar de jugar.

“Quedé muy asustada, este juego me hizo pedazos, aquella empresaria en convenciones, una chingonada de mujer, el juego se la llevó, y me estoy recuperando gracias a Dios”.

SIN AYUDA EN EL ESTADO

A pesar del reconocimiento con el que ya cuenta la enfermedad en múltiples países, Baja California sigue sin tener centros adecuados para tratar la enfermedad, sobre todo en casos graves que requieren de internación.

"Desafortunadamente no tenemos especialistas en Baja California de las adicciones, no tenemos espacio para para los ludópatas”, indicó.

Aunque la asistencia psicológica es necesaria para iniciar un tratamiento por ludopatía, el psicólogo consideró esencial además que la persona pertenezca a grupos de apoyo, en donde ex-jugadores puedan brindarle el acompañamiento necesario para evitar una recaída.

De acuerdo al psicólogo, la ludopatía es una de las adicciones con mayor posibilidad de recaída y afecta cualquier aspecto de la vida de una persona; desde el área laboral, personal, escolar y hasta legal.Según lo dicho por el especialista, existen estudios hechos en países como España que dicen que cerca del 80% de las personas que caen en una adicción tienen otro trastorno que debe atenderse para evitar mayores recaídas.

“Personas que tal vez estén viviendo un duelo, una depresión, llegan y al estar jugando lo que va a pasar es que van a sentir placer por las pequeñas ganancias que van a recibir y eso puede ser que de pronto les esté sacando momentáneamente de su depresión, pero se van a meter en un problema más grave”.

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