Juan Miguel Hernández
Tijuana es vulnerable ante un eventual sismo de magnitud superior a 6.0 grados. La falta de vigilancia en las construcciones, sumado a la nula inversión de las autoridades en herramientas de prevención ante movimientos telúricos, pone a esta ciudad fronteriza en un escenario adverso, que traería miles de muertes y pérdidas económicas incuantificables.
El más reciente temblor en Ridgcrest, California, que alcanzó una intensidad de 7.1 grados, y que se percibió en Tijuana, volvió a prender las alertas entre expertos en sismología y Protección Civil, que ven con preocupación, la poca conciencia que existe en Tijuana, sobre los riesgos del impacto de un terremoto.
FALLAS DE TIJUANA
El investigador del Departamento de Sismología del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Luis Humberto Mendoza Garcilazo, advirtió que Tijuana está rodeada de fallas geológicas, que pueden provocar sismos entre 5.5 y 7.0 grados. Pese a que estas no hayan liberado fuerza o generado un terremoto, su actividad sísmica y su longitud, llaman a estar prevenidos ante cualquier movimiento telúrico que se pudiera registrar.
“Las fallas tienen la capacidad suficiente por su longitud, de generar problemas. En Tijuana no tienen idea de lo que significa que un sismo se sienta muy fuerte. Entre más cercano esté el epicentro se va a sentir con más intensidad, hasta ahorita han sido de distancias lejanas, de por lo menos a 250 kilómetros”, apuntó.
Pese a los avisos que han llegado a Tijuana para que exista una mayor cultura de prevención de desastres naturales, para el experto en sismología, este municipio está muy lejos de estar preparado para un movimiento telúrico de grandes magnitudes.
“Debemos seguir preparándonos no solo para el Big One, sino para cualquiera de las cinco ciudades de Baja California, que están rodeadas de fallas activas y capaces de generar un sismo. Es hora de tomar con más responsabilidad este fenómeno natural. Falta concientizar, no sabemos cuándo viene, en lugar de estar llorando e incado, mejor levántate y ponte a revisar tu casa y ponte a hacer más segura tu casa y decirle a tus hijos qué hacer. Hay mucho que hacer, y lo vamos a hacer, hasta que nos del trancazo”, manifestó.
SISMO, DEJARÍA MÁS DE 100 MIL DAMNIFICADOS
De acuerdo a estudios elaborados a través del proyecto Radius, que impulsó el ayuntamiento de Tijuana a finales de los años 90, un sismo de 6.5 grados generado en las fallas cercanas a la ciudad, dejaría un saldo de por lo menos dos mil 500 muertes, 20 mil lesionados y más de 100 mil damnificados, esto sin contabilizar las pérdidas económicas que habría en la industria manufacturera, turística y de servicios.
El documento que citó el director de Protección Civil de Baja California, Antonio Rosquillas Navarro, contempló datos estadísticos de otros terremotos en el mundo, registrados en ciudades con cultura e infraestructura similar a la de Tijuana.
“Tijuana está rodeada de un subsistema de fallas, generada por el movimiento de las placas del Pacífico y Norteamérica. En Tijuana tenemos la falsa sensación y creemos que nunca va a pasar un sismo. En Mexicali sí tienen una mentalidad de sismos, pero con una falsa sensación de seguridad, porque el último terremoto (2010) fue un terremoto de suerte, porque por sus características, no provocó más daños”, comentó.
Según el funcionario estatal, un eventual temblor de grandes magnitudes, provocaría daños en todo Tijuana, sin embargo, las delegaciones de Playas de Tijuana, San Antonio de los Buenos, Sánchez Taboada, La Mesa, corren un mayor riesgo, debido al tipo de suelo y construcción que hay sobre esas demarcaciones.
“Tenemos gran cantidad de deslizamientos ocasionados por uso y sobre uso de terreno. La Zona del Río que es la zona de mayor desarrollo, tiene alto grado de peligro, porque en un fenómeno donde se den las sacudidas del terremoto, se mezcla tierra con el agua, y los edificios se hunden”, agregó.
Aunque hay advertencias del peligro de un terremoto, los gobiernos estatales y municipales no han destinado recursos en materia de prevención e infraestructura, para reducir los posibles daños en Tijuana. Es tal la falta de preocupación, que actualmente no hay una partida especial para el estudio de terremotos, a diferencia de California, que invierte millones de dólares en centros de monitoreo y supervisión.
“Vivimos en una sociedad donde no interpreta lo importante de generar acciones antes, esa capacidad de adelantarnos a los procesos, no sirve a nuestra ciudad. No hay presupuesto, poca disposición política de activar planes para el riesgo sísmico. Faltan proyectos específicos, que lo tomen como política sería, porque tarde que temprano, va a haber un terremoto cercano que nos va a generar daños muy serios”, manifestó Rosquillas Navarro.
IMPOSIBLE, SUPERVISAR LA AUTOCONSTRUCCIÓN: ESPECIALISTA
El riesgo se agrava en Tijuana, a consecuencia de la limitada capacidad que tiene el ayuntamiento de la ciudad, para vigilar que se cumplan con los protocolos de construcción, que garantice la integridad de la población, ante un eventual sismo.
Lo anterior lo planteó el expresidente del Colegio de Arquitectos de Tijuana, José Luis Araiza Velazco, quien explicó que las familias de ingresos medios y bajos, son las que más se arriesgan, ya que en su mayoría no cuentan con el presupuesto suficiente para pagar un arquitecto o técnico en construcción, que supervise el desarrollo de la obra.
“La autoconstrucción se sale de control, estamos realmente rebasados en ese sentido, porque la autoridad no tiene el personal, ahí estamos rebasados, no hay control, con los escasos inspectores que tienen”, puntualizó.
No obstante, la administración municipal no ejerce el derecho que tiene de sancionar a las personas que cometan irregularidades al momento de construir sus viviendas.
“La autoridad es muy tibia con ese tipo de construcción porque el porcentaje se da, en gente de escasos recursos. Las personas no tienen ninguna seguridad en lo que construyen. Lo barato sale caro, por querer ahorrar unos centavos en algún arquitecto o técnico, se invierte de una manera insegura”, aseveró.
¿QUÉ TAN PREPARADO ESTAMOS?
Después de los sismos de 1985 y 2010, cada abril y septiembre, se realizan simulacros en los cinco municipios de Baja California, con el objetivo de orientar a la población, sobre cómo actuar si ocurre un sismo en Tijuana.
Ciudadanos consultados por El Sol de Tijuana, aseguraron saber qué protocolo seguir en caso de que se presente un temblor en la ciudad, no obstante, ninguna de las personas entrevistadas, dijo contar con un kit de emergencia.
“Tengo un conocimiento mínimo de cómo actuar, sé que en caso de un sismo lo que tengo que hacer es estar en calma y ubicarme en un lugar seguro, donde no haya algún objeto que pudiera lastimarme. Tomando en cuenta el no corro, no grito y no empujo. Y lo del kit, lo único que tengo es una mochila en la cual tengo un cambio de ropa y algunos artículos de higiene personal, los papeles importantes los tengo en una caja a parte”, respondió Itchel Esquivel.
“Tengo nociones, como el hecho de no correr ni entrar en pánico, pero no tengo ideado un plan estratégico, así como tampoco un kit especial”, dijo Dagoberto Pardo.
“Sé que debo ponerme en un punto donde no haya postes y tubos de gas y guardar la calma. Y no cuento con ese kit”, confesó Oscar López.
“En el sismo pasado (4 de julio) estaba trabajando en un cuarto piso, lo único que pudimos hacer fue salir corriendo y algunos gritaron. Afortunadamente nadie salió lastimado, pero no quiero imaginar lo qué pasaría si nos llega a tocar un sismo como el de la Ciudad de México”, mencionó Samuel Pérez.