Para hacer la vivienda más accesible para la clase trabajadora, es necesario hacer ajustes en la política de desarrollo a nivel regional y local, planteó el coordinador regional de la Asociación Mexicans de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Fernando Zamora Rubio.

El especialista dijo que se debe otorgar directamente subsidio al trabajador, exentando de pagos de derechos e impuestos municipales, de los trámites de autorizaciones de fraccionamientos y construcción.

Precisó que una vivienda de un valor entre 500 mil y millón y medio de pesos, genera aproximadamente del 3.5% al 5% de pagos municipales. Señaló que directamente el trabajador recibe ese beneficio a través de un crédito fiscal que el desarrollador canjea el municipio.

Dijo que el principal insumo de la vivienda es la tierra, que se encuentra escasa y cara. Sugirió que se debe habilitar reserva territorial existente apta para desarrollar vivienda, así como dotar tierra para destinarla a proyectos para desarrollar.

Indicó que el valor de la tienda en un proyecto de vivienda de inversión de interés social, corresponde entre 8 y 10%. Recomendó que el trabajador reciba este beneficio a través de un vale o cheque que canjea con el desarrollador del fraccionamiento.

En ese sentido, mencionó que la falta de infraestructura de agua potable, alcantarillado y electricidad ha detenido el desarrollo de la industria de la vivienda, ya que cada vez es más costosa la inversión de grandes obras de cabeza que hace inviable la vivienda, ya que ese costo de producción de quien lo paga, finamente es el trabajador que compra la casa.

Por último, Zamora Rubio aseguró que las obras de infraestructura de vivienda son de largo plazo, por lo que se debe considerar obras públicas para fortalecer este ámbito.