En el marco del Día del Maestro este 15 de mayo, Ana María Gómez Navarrete, docente desde hace 16 años, recordó por qué disfruta su trabajo y las satisfacciones que esto ha traído para ella, pero también de la situación actual que enfrentan los maestros en el país.
“La docencia la traigo en la sangre, ya que mi abuelo, mis papás, mis tíos y algunos primos ejercen o ejercieron esta profesión”, expresó la docente.
Gómez Navarrete inició su trabajo como maestra en 2008 en la preparatoria José Vasconcelos 1, posteriormente, en 2009 fue invitada a dar clases en el Instituto Educativo Cuauhtémoc, dando clases a adultos, en su mayoría policías y enfermeras.
“Estuve solamente cuatro años, pues decidí estudiar la Maestría en Educación, si me voy a dedicar a la docencia, tengo que hacerlo bien, estar preparada”, recordó.
En 2015, comenzó a dar clases en el Colegio de Bachilleres del estado de Baja California (Cobach), donde hasta la fecha continúa impartiendo clases y dedicando su vida a la enseñanza.
“Me gusta mucho dar clases, compartir conocimientos, que los alumnos comprendan los temas que se les imparten, que me tengan confianza, apoyarlos en lo que esté en mis manos o canalizarlos con quién corresponda. Es una satisfacción el que haya exalumnos que te busquen, que sean profesionistas y te agradezcan”, expresó.
Sin embargo, no todo en la docencia y en su vida profesional se ha tratado de momentos gratos, pues también destacó que en estos años una problemática que ha permanecido es la falta de apoyo al sector educativo.
“No me gusta que no haya suficiente apoyo para el sector educativo, somos quienes estamos preparando al futuro de México”, dijo.
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Al ser cuestionada sobre la situación de los maestros en este sexenio que está por concluir y los resultados de las reformas educativas, respondió que “la lucha es constante”.
“Solamente puedo comentar que se sigue luchando por mejores condiciones de trabajo de los maestros. La lucha es constante”, finalizó.