Tijuana.- Debido a que durante la administración gubernamental del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desmanteló la estructura para la recepción de refugiados, el gobierno de Joe Biden ha trabajado en reconstruirlo, por lo que hay un rezago en el recibimiento y tramitación de inmigrantes, explicó José Luis Pérez Canchola, director Municipal de Atención al Migrante.
“Hay un rezago de miles de casos, pero está fluyendo un poco más desde que inició la administración del presidente Biden (...) El gobierno anterior desmanteló toda la estructura para el trato de los refugiados, por lo que la nueva administración del presidente Biden ha tenido que empezar a reconstruir todo el aparato administrativo y burocrático para la atención de los casos de refugio, por eso el retraso”, indicó.
Según el director, la prioridad de recibimiento de refugiados en Estados Unidos, se inclina por las personas que demuestran que huyen de su país de origen debido a la persecución o amenazas de muerte.
“Están dando prioridad a las personas que demuestran que corren peligro si regresan a su lugar de origen. Este derecho que establece el gobierno la ley de Estados Unidos sobre el refugio, pues establece que el procedimiento es automático cuando hay amenazas o riesgo de muerte, sin embargo el procedimiento finalmente tendrá que decidir si la persona puede quedarse o no”, señaló.
Aún hay muchas personas que esperan el llamado después de su solicitud de refugio o asilo, y gracias al campamento ubicado en El Chaparral, se visibilizó la problemática, e incluso fueron atendidos algunos casos de estos migrantes.
“Hay miles de personas en espera, aparte de los que pertenecen al protocolo. El campamento tuvo cierta utilidad porque mucha gente hizo visible su situación, por eso adelantaron el caso del Chaparral”.
El recibimiento de los por parte del gobierno de Estados Unidos ha sido bueno, pues Pérez Canchola ha mantenido comunicación con algunos migrantes que han logrado ingresar.
“He mantenido comunicación con personas que ya están en Estados Unidos, y mencionan que el trato que reciben es bueno. Les han hecho exámenes médicos, los han vacunado y los instalaron en hoteles que rentó el gobierno norteamericano o en iglesias que se ofrecieron a recibirlos, el procedimiento sigue (...) Por lo que veo, están privilegiando a familias, sobre todo las que tienen niños. Han pasado sin ningún problema. Sobre todo los que vienen de Honduras, Guatemala, El Salvador, y ahora de Michoacán”, concluyó.