Tijuana.- Hablar de la colonia Francisco Villa es hablar de su sobreruedas, las ricas flautas, su birria, sus taquerías, sus murales y sobre todo de sus habitantes que generación a generación han ido transmitiendo el sentido de pertenencia y amor hacia “la Pancho Villa”, como es popularmente conocida.
Ubicada en la delegación San Antonio de los Buenos, la Francisco Villa fue fundada en 1954 por veteranos de la Revolución Mexicana que llegaron a esta frontera tras ser repatriados de Estados Unidos y buscaban un lugar donde vivir, según relata David Díaz Villanueva, coordinador del Archivo Histórico de esa colonia.
“Hablar de las primeras colonias es hablar de cuando los comercios y la gente que vive en el centro ya no tienen espacio. Las primeras que son fundadas son La Libertad y las que están inmediatas a los cerros del Centro, como la Independencia y la Altamira. La Villa es posterior a las primeras colonias, las primeras surgen en los 30, La Villa corresponde a un segundo proceso de urbanización de Tijuana”, detalló.
En el acto de fundación de la colonia, de acuerdo con el relato del historiador, estuvo Luz Corral, esposa del casi mítico líder revolucionario Francisco Villa.
“Lo que la hace especial es el sentimiento de unidad, el sentimiento patriótico, el sentimiento revolucionario y el hecho de sentirse una colonia que no tiene complejos y avanza en lo que se proponga, sea el arte, la industria, el comercio”, externó el coordinador del Archivo Histórico.
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Fue así como a través de los años la colonia empezó a crecer, apuntó, con las primeras generaciones habiendo vivido la Revolución Mexicans, heredando, dijo, un amor hacia el país y a la colonia.
“El revolucionario que fue dueño de aquí, aquí estuvo actuando, hizo eventos sociales, quermeses. Con el tiempo han mantenido las cosas mexicanas a flor de piel, es una colonia tradicional y revolucionaria. Somos una colonia, prima hermana de la colonia libertad , también fundada por revolucionarios”, abundó.
“ESTOY ENAMORADO DE MI COLONIA”
Desde su nacimiento hace 48 años, Daniel Campa Mayen ha residido en la colonia Francisco Villa. Es su casa, ahí viven sus amigos, su familia y sus padres se cuentan entre los fundadores de la colonia.
“Hay otras áreas que me gustan de la ciudad, pero estoy enamorado de mi colonia, de la gente. Desde que estoy aquí sigo teniendo los mismos vecinos de hace 40 años. Son mis amigos, y sus hijos también, nuestra convivencia es importante”, comentó.
A pesar de los problemas que ha tenido “La Villa” en años recientes a causa de la inseguridad, asegura que como colonos han trabajado para revertir esa tendencia.
“En general en todas partes aumenta la incidencia delictiva, pero hay comités vecinales que están preocupados por el bienestar y han hecho vigilancias nocturnas en las áreas principales y ayuda a que se controle. Sí hay robo a comercio, automóvil, no deja de haber este tipo de detalles, pero es gente externa de otras colonias que vienen a hacer sus desmanes acá”, expresó.
Daniel Campa dice que está orgulloso de eventos vecinales como el Festival Viva la Villa, que realizan cada mes de noviembre, las fiestas patronales y las de fundación de la colonia, que se llevan a cabo cada mes de mayo.
“Nos sentimos muy orgullosos. Para empezar porque lleva el nombre de Francisco Villa y las calles tienen el nombre del ejército de Francisco Villa. Se le ha tomado cariño a la colonia porque es muy noble comercialmente hablando y los vecinos son muy unidos, somos una gran familia y nos apoyamos en todo”, manifestó.
Destacó que aunque la superficie donde se ubica la colonia no es muy extensa en comparación con otras de la ciudad, cuenta con todo lo necesario para vivir: supermercados, farmacias, cadenas de pizzerías.
Y en la parte gastronómica, remarcó que en la avenida principal diariamente se instalan 25 taquerías, que están en su máximo nivel de ventas, además de las flautas, que presumió como las mejores de esta frontera.
“Lo único que no tenemos es un cine, fuera de eso aquí podemos hacer todo”, expresó.
Daniel Campa Mayen aprovechó además la oportunidad para hablar del ampliamente conocido “sobreruedas de la Villa”, que según sus cálculos abarca 25 cuadras y fue fundado hace 64 años por María de Jesús Vázquez Iglesias.
“Somos como un pueblo”, expuso el también comerciante en ese extenso mercado que cientos de personas visitan cada domingo.
