Tijuana.- Los monitoreos de la calidad del agua en Playas de Tijuana han arrojado resultados distintos cada semana a causa de un descontrol de las descargas y derrames de aguas negras que se arrojan de manera directa al mar, sin que a la fecha haya una alerta sobre el riesgo a la salud de los bañistas y visitantes.
Esos resultados son tanto de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), como de la organización Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA).
“Continuamente desde el 2020 hemos alcanzado estos picos, por así mencionarlo, de los registros más altos de contaminación bacteriológico que hemos encontrado como laboratorio comunitario'', dijo la ingeniera química Fernanda Rochín, encargada de laboratorio y monitoreo de la calidad de agua del mar en Tijuana de la organización ambiental.
Mencionó que hace dos semanas obtuvieron resultados bajos en los niveles de enterococos, (indicador de la presencia de agua negras sin tratamiento), en los cinco puntos que monitorean habitualmente, pero la semana pasada esos mismos sitios rebasaron los 200 enterococos por cada 100 mililitros de agua, límite para permitir el acceso a los visitantes.
“El último resultado que emitimos demuestra que los niveles están muy por encima de lineamientos que establece la autoridad”, reiteró la ingeniera química.
La semana antepasada, la calidad del agua en El Faro, Parque México, Cañada Azteca y el Vigía marcaron tan solo 10 enterococos, una cantidad muy por debajo del límite, a excepción de Playa Blanca.
Pero este 6 de junio, todas las playas de Tijuana superaron los límites y el punto que arrojó menor contaminación fue Parque México, donde encontraron dos mil 920 enterococos por cada 100 mililitros de agua.
El punto de El Vigía, en cambio, arrojó ocho mil 800, es decir 44 veces más de lo permitido por la norma para el uso recreativo de la playa y pese a eso, el fin se semana, centenares de personas visitaron Playas de Tijuana.
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LA MEDICIÓN OFICIAL
La Coordinación de Control de Calidad de la CESPT, dentro de los resultados bacteriológicos de su muestreo, publicó que el pasado 28 de junio la playa del Vigía arrojó mil 119 enterococos por cada 100 mililitros de agua, lo que quiere decir que era no apta, mientras que el resto de las semana registraron niveles por debajo del máximo permitido.
Mientras en el monitoreo frente al fraccionamiento de Playas de Tijuana, en el mes de mayo de las cuatro semanas, dos superaron los límites.
La ingeniera química Fernanda Rochín dijo que introducirse al mar en estas condiciones podría traer serios problemas de salud como enfermedades respiratorias, de la piel o gastrointestinales.
“Conforme a los lineamientos que establece la autoridad (...) Más arriba de los 200 enterococos la playa debe ser cerrada y establecer unas mallas de color naranja como lo hicieron en Ensenada”, maninfestó.
Y agregó que luego del cierre debe haber trabajos para mitigar el problema sin dejar de monitorear para llevar un registro sobre los niveles de contaminación.
En ese mismo sentido, la directora de Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, Margarita Díaz, dijo que no solo se debe impedir el ingreso al mar, sino también a la arena porque esta funciona como un filtro del agua para retener todos los contaminantes, así que las personas podrían adquirir enfermedades como hepatitis, tifoidea y E. Coli.
La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) es la autoridad responsable de determinar el cierre de una playas, pero solo están obligados a hacer monitoreo dos veces al año, en el mes de marzo, previo a Semana Santa y otro en julio previo a las vacaciones de verano.
Margarita Díaz comentó que Playa Blanca, un punto que siempre supera el límite permitido de enterococos y se ubica en los límites de Tijuana y Playas de Rosarito, está cerrada oficialmente desde 2018 con un anuncio para advertir sobre el riesgo.
“En esta playa llegan aguas residuales sin tratar desde Santa Fe y también de los fraccionamientos de los alrededores”, apuntó la directora del PFEA.
En cuanto a los registros de contaminación en El Faro, a un costado del muro fronterizo que divide a México de Estados Unidos, la ingeniera consideró que “puede venir del otro lado, tiene unos tubos que descargan cuando les falla el sistema”, apuntó.
Sin embargo, la CESPT informó que en los meses recientes la paraestatal no tiene registro de derrames o descargas por fallas en el cárcamo o sistema de drenaje cercano al Faro.
SIN COMITÉ
Entre todos estos reportes, el Comité de Playas Limpias de Tijuana sigue sin ser instalado y suma dos años sin sesionar.
“Tiene el propósito de proteger a los bañistas y mejorar la calidad ambiental de la playa (...) Monitoreo de agua marina, inspección y vigilancia de descargas clandestinas de aguas residuales”, dice el documento de Gestión del Comité de Playas Limpias de Tijuana, publicado en 2011.
La reinstalación del Comité estuvo programada para el pasado 28 de abril, pero fue pospuesta por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la autoridad encargada de convocar a todos los integrantes, sin que hasta el momento se haya programado una fecha exacta.