Generación Colosio de Lomas Taurinas

Fue el momento que me impactó como niño y nos marcó en la colonia, narra Miguel Loza Ginuez

Juan Miguel Hernández | El Sol de Tijuana 

  · domingo 22 de marzo de 2020

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Tijuana.- En la infancia poco se sabe de la fragilidad de la vida. La palabra asesinato, es desconocida para la mayoría de los pequeños, pero no para los que vivían en Lomas Taurinas, aquel 23 de marzo de 1994, el día que marcó a toda una generación de los habitantes de esa colonia, ubicada en el este de Tijuana.

Miguel Loza Ginuez, por entonces estaba a punto de cumplir cuatro años. Su rutina se limitaba a jugar, ir al preescolar o estar con sus padres, que no rebasaban los 30 años de edad.

De toda su niñez en Lomas Taurinas, el día que más recuerda es el miércoles 23 de marzo. Las memorias son vagas, aunque sabe exactamente en qué lugar estaba, qué hacía y cómo reaccionaron sus padres, al momento de qué Aburto disparó el gatillo para herir de muerte al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de México.

La plaza de la unidad y la esperanza se utiliza para distintos eventos. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana 

“Estaba a unas calles, en calles que están alrededor, recargados en una barda viendo, pero estábamos viendo de lejitos, con mi papá. La colonia tiene forma de estadio, entonces de cualquier ángulo tú ves hacia abajo a la plaza. Sabía que era un evento importante donde estaban los vecinos, yo no razonaba quién era, no nos llamaba la atención el evento, sino el movimiento que se hizo en la comunidad”, rememoró.

El histriónico se congratula de haber presentado “ColOZio” en el “Festival Internacional de Cine de Rotterdam. Cortesía | @OrlandoMoguelG

Tras registrarse el ataque al político priista, Miguel platica los momentos de incertidumbre que vivió su padre al desconocer qué pasaba con su mamá, la cual laboraba aquella tarde de 1994 en una farmacia cercana al lugar de los hechos.

“Estaba preocupado porque las calles cerraron y no podía comunicarse con mamá, había tensión con los vecinos, con todo el movimiento que estaba pasando.

Nos fuimos a la casa y me acuerdo que mi papá no podía comunicarse con mi mamá, no la encontraba, fue la tensión del susto que me transmitieron, recuerdo bien ese momento”, confesó.

Las horas posteriores al magnicidio de Colosio Murrieta, el ahora joven de 30 años, las tiene presente como un tiempo en el que su niñez estuvo pausada, pues muchas de las calles aledañas a donde fue el asesinato, permanecieron cerradas, mientras que sus progenitores estaban pendiente de las noticias, viendo las novedades del asunto.

Lomas Taurinas está marcada por el asesinato de Colosio. Archivo | OEM

Residente de la calle Lorenzo Garza, número 13401, los años posteriores al hecho también estuvieron marcados por la figura de Luis Donaldo Colosio, pues tanto el preescolar, como la primaria donde estudió, llevaban el nombre del nacido en Magdalena de Kino, Sonora.

“Fue el momento que me impactó como niño y nos marcó en la colonia, siempre estuvimos muy relacionados a la figura de Colosio porque se dio el hecho ahí y por la obra que hubo alrededor. Con el tiempo los que éramos niños entendimos que lo habían asesinado, que era un candidato presidencial, lo qué pasó ahí. Como ex habitante de esa colonia, todavía al pasar por ahí me imagino los hechos, lo que debió haber significado, lo qué pasó, es un hecho muy cercano. No es posible que de todo el país, aquí fue donde pasó, donde crecí yo”, relató.

Loza Ginuez, vivió en Lomas Taurinas desde su nacimiento hasta los 17 años, cuando tuvo que abandonar su casa, luego de experimentar de manera cercana muchos de los problemas que la citada colonia tenía cuando el candidato del PRI la visitó.

“Es una colonia muy atropellada por la forma que tiene, que son muchos pendientes, a pesar de eso, poco a poco ha ido creciendo. El problema más grande que tiene ahora es el vandalismo, el robo de vehículos, casa habitación, ahora hay reto grande, es una comunidad pequeña donde vive mucha gente, creo que Lomas Taurinas es un espejo de Tijuana”, comentó.

“LO SEGUÍ EN TELEVISIÓN”

Rigoberto Domínguez Prado, no vivía en Lomas Taurinas, pero sí a 15 minutos del lugar, en la colonia Manuel Rivera Anaya. Tenía seis años, estaba con sus padres cuando vio la noticia en la televisión, sin ningún filtro, ni nada que impidiera que un pequeño de tan corta edad, se enterara de un hecho tan aterrador.

La noticia de la muerte de Colosio estremeció a México. Archivo | OEM

"Fue muy impactante, porque fue un momento de varias primeras veces. Fue la primera vez que escuché de una muerte de alguien conocido. Primera vez que supe que mataban a un candidato presidencial. Así como también fue la primera ocasión que supe de algo así en Tijuana”, manifestó.

Domínguez Prado, contó que sus padres se cuestionaban por qué de la muerte de Colosio, se preguntaban el motivo que llevó a Mario Aburto a terminar con la vida del abanderado del Revolucionario Institucional.

"Sí fue un momento fuerte, pero que considero pude digerir con bastante madurez para mi corta edad. Aunque me atrevería a decir que desde entonces comprendí lo frágil que es la vida. Entendí que sin importar quién sea, cómo te llames o tengas la protección que tengas, puedes dejar de existir en un segundo. Ahora estás, ahora no estás", finalizó.

EL PRI A 26 AÑOS

El 23 de marzo de 1994 el PRI era el partido hegemónico. Llevaba 65 años en el poder, solo Baja California, Chihuahua y Guanajuato, no eran gobernados por mandatarios emanados del Revolucionario Institucional. Ese fue el PRI que conoció Colosio, del que poco queda en la actualidad, 26 años después de su fatal deceso.

El discurso de Colosio sigue presente en la política mexicana. Archivo | OEM

El presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en Baja California, Carlos Jiménez Ruiz, admite el impacto negativo que representó para dicha institución, el asesinato de Colosio Murrieta, y todas las teorías que han existido sobre el verdadero motivo de la muerte del sonorense.

“Tantas versiones de que si el presidente de la República estuvo involucrado, Zedillo porque le convenía, hay tantas hipótesis que no podemos concluir si hubo alguna que sea verídica. Esa duda beneficia a los opositores del partido que han querido siempre dañar la imagen del partido y responsabilizarlo como la muerte de Colosio”, expresó.

En el 2000, en México existió alternancia, pasaron 12 años para que el PRI volviera a Los Pinos, pero en 2018 el partido tricolor sufrió una de las peores derrotas de toda su historia, cayendo a un lejano tercer lugar. Ni Roberto Madrazo, en 2006, registró tan baja preferencia.

“Es incomparable el PRI que dejó Colosio al actual, aquel entonces tenía toda una maquinaria, una infraestructura electoral, una fortaleza en sus sectores y organizaciones que atendían a la realidad que tenía el país. Hoy el PRI está en condiciones adversas pero sigue siendo fuerte a través de sus organizaciones. Hoy hay más competencia política, la democracia que decía Colosio impulsar hoy sí se ve reflejada. A diferencia de entonces, el partido era todo poderoso, estaba el cobijo del gobierno en turno, que era la diferencia que tenemos ahora”, explicó.

Carlos Jiménez Ruiz, recuerda el discurso dado por Luis Donaldo Colosio en el Monumento a la Revolución, en el que decía que veía un México que tenía hambre y sed de justicia, realidad que a 26 años sigue existiendo en el país.

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“El partido emerge del sistema presidencialista, nace con los presidentes como jerarcas del partido. Colosio buscaba que el partido caminara de forma alterna a la Presidencia de la República, separar al partido de las entrañas de gobierno. Tenemos que retomar lo que decía, porque como partido de oposición no siempre vamos a estar en el gobierno y el PRI tiene que aprender a caminar solo”, concluyó.