Tijuana.-El proyecto de construcción de una planta desaladora en Playas de Rosarito garantizará el abasto de agua en Tijuana, sin embargo, primero deben resolverse las fugas actuales en la infraestructura hidráulica, señaló José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambientalista (CIGA).
Dijo que más del 25% de las tuberías de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) tiene una deficiencia, derivada de las constantes fallas en las vías de conducción, en las cuales se pierde una cuarta parte del líquido.
Zavala Álvarez apuntó que es necesario que la administración estatal resuelva este problema antes de ejecutar el proyecto de la desaladora.
El proceso de desalar el agua y convertirla en potable, cuesta “casi” el doble de lo que se invierte trasladarla desde el Río Colorado a la zona costa, por lo que meterla a la infraestructura hidráulica actual se derrocharán recursos públicos, opinó.
El gobierno de Baja California planea retomar el proyecto de una planta desaladora, impulsado por la administración del exgobernador Francisco Vega de Lamadrid y que fue cancelado durante la gestión de Jaime Bonilla, quien argumentó que el costo del metro cuadrado era muy elevado.
El gobierno federal pagará 400 millones de pesos a la empresa Aguas de Rosarito S.A.P.I. de C.V, quien iba a construir y administrar la operación de desaladora.
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El pago va a cubrir la adquisición del terreno y con esto finalizará la demanda interpuesta ante tribunales internacionales en contra el gobierno de Baja California por cancelar el contrato anticipadamente.
El titular de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenamiento Territorial (SIDURT), Arturo Espinoza Jaramillo, dijo que buscan que el costo del metro cúbico tenga un costo menor de los 32 pesos, que sea más cercano a los 16 pesos que cuesta en estos momentos en Tijuana.