Tijuana.- Agustin Luckner huyó de su natal Haití para liberarse de la pobreza y la violencia de aquel país y mejorar su vida, pero la migración le cobró una factura alta y lo separó de su hijo Agustin Peterslow, de 11 años, quien se encuentra en un albergue de niños en el país de Panamá.
Estoy listo para ir a buscar mi hijo, lo que quisiera saber es cuando llegue de Panamá quiero regresar con mi hijo, si en migración aquí -México- no me va a dar problemas para ingresar con mi hijo, porque mi hijo es de Haití y no tiene una visa, ni nada, solamente yo su padre, tengo una visa de aquí -México-
Es un joven de 29 años, aparenta más edad, dice que es por lo duro de la vida que le ha tocado; Agustin Luckner o “Lucko”, como lo llaman sus amigos, llegó a Playas de Rosarito hace un año y medio, dice que tiene una residencia legal en Baja California, en su camino por Centroamérica aprendió a hablar español, pero en ocasiones la comunicación es limitada.
“Lucko” trabaja como mecánico de autos en un taller de Playas de Rosarito desde que llegó a Baja California, con sus ingresos económicos ahorró para el viaje a Panamá y reencontrarse con su hijo, dice que tiene contacto por videollamadas que realiza al albergue donde está resguardado el menor, las llamadas las realiza cada tres días.
El joven quiere un permiso que le permita ingresar a su hijo a México para vivir juntos “Quiero un permiso directo para ir a buscar a mi hijo en Panamá y si traértelo a México sin problemas, no quiero ir en el aeropuerto y después no dejárselo pasar a mi hijo”.
El hombre cuenta que su hijo Agustin Peterslow desde el mes de diciembre del 2019 está albergado en un centro de migrantes infantil en Panamá, el niño vivía en Chile, dónde “Lucko” también vivió, pero él se adelantó en el viaje a Baja California y su hijo lo alcanzaría meses después, ya que tuviera un trabajo y un lugar dónde vivir.
Meses después, “Lucko” le pidió a su hermano que residía en Chile, que trajera al niño a México, y durante el vuelo con escala en Panamá, el gobierno panameño al no ser su hijo y no tener un permiso de viaje, consideró que debía resguardar al menor en un albergue y desde diciembre se quedó en Panamá.
“Mi hijo estaba con mi hermano y salió de Chile a viajar con mi hermano, mi hermano quiere llevarlo conmigo aquí en México y lo que pasa cuando llegó mi hermano en Panamá, el de migración de Panamá no le deja pasar porque no es su hijo y por eso migración de Panamá le quita al niño”.
El joven “Lucko” dice que encontró su sueño americano en Baja California y solo desea completarlo trayendo a su hijo para iniciar su vida en un lugar que le dio la oportunidad que no encontró en su natal Haití, de salir adelante.
“Es un menor de edad y él vive ahí sin ninguna familia, por eso me preocupa mucho, de todos modos en esos meses yo tengo que ir a buscarlo de todos modos”.
Así como Agustin Luckner, la comunidad haitiana ha llegado a establecerse en Baja California y han optado por vivir el sueño americano en esta región, según datos del titular de la oficina de representación del Instituto Nacional de Migración en Baja California, Manuel Alfonso Marín Salazar, en promedio son más de siete mil migrantes de origen haitiano que tiene un permiso de migración para vivir en el estado.
“Tenemos alrededor de siete mil personas ya registradas en el estado de Baja California”
