Daniel Ángel Rubio

Tijuana.-Haitianos radicados en esta ciudad se reunieron para disfrutar del partido defútbol entre la selección de su país y la escuadra mexicana.

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Entre alimentos, cerveza y gritos, los migrantes que ya asimilaron la vida fronteriza siguen el juego desde un edificio donde varios de ellos han habilitado algunos locales comerciales y viviendas en la Zona Centro.

Los gritos de apoyo a su equipo nacional de fútbol, que por primera ocasión está en semifinales de la Copa de Oro, se dejaron escuchar desde antes del inicio del juego, cuando sus representantes salieron a la cancha.

Ya iniciado el partido, uno de los asistentes salió del fondo de la habitación con la bandera de su país y eso provocó una nueva algarabía.

El grupo de aficionados guardaba silencio solo por algunos momentos, porque festejaba casi cualquier jugada de su equipo aunque la selección mexicana mantuviera el control del balón al menos en la mayor parte del primer tiempo.

Segundo tiempo

Ya en el segundo tiempo las emociones estuvieron a flor de piel sin importar si las acciones eran de su equipo o del rival, y con toda tranquilidad vieron llegar el tiempo extra.

Y fue entonces cuando acabó la emoción con el polémico penal a favor de México que convirtió Raúl Jiménez para el único tanto del juego.

Entre los rostros de desilusión, el festejo solo fue de José Luis Escalante, un mexicano originario de Sonora casado con una mujer haitiana.