Tijuana.- Estiman colocar 600 cebaderos para ratas en la Zona Centro de Tijuana, indicó David Ibarra Ojeda, coordinador estatal del Programa de Vectores del Instituto de Servicios de Salud Pública de Baja California (Isesalud).
Hasta este lunes al mediodía, el funcionario estatal mencionó que habían sido colocados de 300 a 350 cebaderos afuera y en el interior de algunos comercios.
“Este martes y miércoles vamos a cerrar las calles transversales en la calle Primera, Segunda y Tercera, en todos los negocios que nos faltan. Los colocaremos desde la avenida Revolución de la calle Primera a la Séptima”, añadió.
El programa inició el pasado lunes 15 de mayo, y este lunes continuó con la colocación de los cebaderos en el Mercado Hidalgo, Mercado Cuauhtémoc y el Mercado Juárez.
Ibarra Ojeda destacó que los comerciantes se coordinaron con el gobierno estatal y municipal para la colocación gratuita de estos dispositivos con veneno.
“No queda atrapado el roedor (...) Come el raticida y se va, la rata no se va a quedar, se alimenta y se va a su madriguera. Ahí empieza una coagulación de la sangre, porque este raticida contiene un inhibidor de la Vitamina K, la rata se empieza a desangrar por dentro y muere”, detalló.
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El coordinador agregó que este método no provoca olores fétidos ni presencia de gusanos y no sigue una cadena de envenenamiento.
“Si llegase a caer en un callejón un gato no se va a envenenar, llega hasta la rata. No es peligroso porque está completamente cerrado, la rata no tiene esqueleto, tiene cartílagos, se hace como chicle, tiene esa capacidad, logra meter el cuerpo y agarrar el raticida y se van”, explicó.
La presencia de roedores siempre se presentará cuando encuentren alimento y espacios donde desarrollarse, dijo Ibarra Ojeda, y consideró que actualmente no hay una plaga de estos animales.
“Se puede hacer un descontrol de la fauna nociva, con esto pensamos que podemos controlarla, erradicarla es muy difícil”, añadió.
Para finalizar el coordinador recomendó a la ciudadanía tener un control sobre la basura, pues todos los desperdicios pueden ser alimento para los roedores, incluso cartón aluminio o plásticos.