Han sido reubicados 2 mil PPL de Tijuana a otros estados

Algunos PPL fueron transferidos a cárceles de Morelos, Michoacán, Coahuila, Nayarit, Sinaloa y Oaxaca, para continuar su condena en sus lugares de origen, comentó la comisionada.

Eduardo Jaramillo Castro | El Sol de Tijuana

  · martes 22 de noviembre de 2022

Archivo: Ángeles García | El Sol de Tijuana

Tijuana.- A pesar de que más de 4 mil Personas Privadas de la Libertad (PPL) fueron trasladadas a cárceles de otros estados, Baja California permanece en el cuarto lugar a nivel nacional por mayor sobrepoblación en el sistema penitenciario, dijo María Elena Andrade Ramírez, comisionada del Sistema Estatal Penitenciario.

Mencionó que esta cantidad de traslados representa un “hecho histórico” y 2 mil pertenecían al centro penitenciario de Tijuana.

Algunos PPL fueron transferidos a cárceles de Morelos, Michoacán, Coahuila, Nayarit, Sinaloa y Oaxaca, para continuar su condena en sus lugares de origen, comentó la comisionada.

Añadió que también han enviado a internos considerados “peligrosos” a centros federales de máxima seguridad.

En las cárceles de Baja California hay 13 mil 300 PPL, lo que ubica al estado en cuarto lugar a nivel nacional, sólo debajo del Estado de México, Ciudad de México y Jalisco, este último solo con 300 arriba de Baja California

Andrade Ramírez indicó que disminuir la población penitenciaria les ha permitido tener una mayor control y gobernabilidad en los centros penitenciarios.

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Sobre el último conato en el interior de la penitenciaria de la Mesa en Tijuana, donde un grupo de PPL tomó de rehén a un custodio para que fueran atendidas sus peticiones, dijo que fueron trasladados a otras áreas o fuera del estado.

“Es lamentable que tenga que retirárseles del estado y de su familia a consecuencia de conductas de este tipo, ya que estás representan una amenaza para la paz y gobernanza”, añadió Andrade Ramiréz.

Apuntó que el trabajo de sistema penitenciario es administrar la estancia de los PPL en el centro penitenciario con respeto a los derechos humanos, pero “también controlar la gobernabilidad”.