Baja California es el estado más retrasado de toda la república en la gestión de la política estatal anticorrupción, tema en el que no se ha logrado avanzar por prácticas de legalidad confusa que se han suscitado al interior del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), señaló Francisco Javier Martínez Mendoza, representante de la organización civil Tierra Colectiva.
El SEA nació contaminado, con una serie de malas prácticas, que ha derivado en la irrupción de la Secretaría de Honestidad y la Función Pública en el nombramiento de Eduardo Arredondo como nuevo titular, ambas acciones desarrolladas en total opacidad, dijo.
“No sabemos cuál es el sustento para nombrar a Eduardo Arredondo, si no se han podido reunir los consejeros para poder tomar ese tipo de decisiones, no sabemos cómo se nombró y cómo, no hay un secretario técnico, tenemos muchas dudas sobre la legalidad de ese nombramiento y proceso”, indicó.
Martínez Mendoza observó como un hecho legalmente poco claro la intervención de la contraloría estatal en la destitución de Irineo Romero, “creemos que hay muchos vacíos en la forma de cómo se destituye y eso provoca un caos”.
Para el activista, la conformación del SEA es parte del origen de los problemas que le han impedido funcionar, empezando por su infraestructura, “es un órgano demasiado grande que no ha producido ningún tipo de resultados”, subrayó.
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Consideró un error el haber aumentado de cinco a 15 el número de consejeros, además de haberlos dividido entre ciudadanos y técnicos, lo que provocó se dividieran en grupos de choque que solo se atacan, sin dar la cara a los ciudadanos que representan.
“Ninguno de los 15 se ha dado el tiempo para explicar a la ciudadanía que es lo pasa al interior del SEA y la persona que debía estar coordinando eso, que es el secretario técnico, está destituido”.
El representante de Tierra Colectiva confió que, con el arribo a la administración estatal de Marina del Pilar Ávila, gobernadora electa de Baja California, el sistema local anticorrupción podría retomar su sentido y funcionar, “creemos que tiene un poco más de prudencia y de oído para entender cómo funcionaría el SEA”, acotó.