Tijuana.- La cantidad de pruebas para detección de VIH que realizaban asociaciones civiles se detuvo con la llegada de la pandemia, y el regreso de esos trabajos ha sido lento, de acuerdo con José Juan López Ramos, coordinador del programa de pruebas rápidas de VIH de AHF México, región norte.

“Para una ciudad como Tijuana necesitaríamos hacer pruebas muy grandes de la mano del gobierno, de otras asociaciones civiles”, comentó.

Cuentan que desde marzo que regresaron, ya sin la cooperación de otras asociaciones civiles, realizan pruebas cuatro días a la semana, y las condiciones de la “nueva normalidad” los obligó a cambiar protocolos.

Con tres años de experiencia en el tema, José Juan López cuenta que como sucede con otras enfermedades, pacientes con VIH también han comenzado a padecer la falta de medicamentos producto de la política de compras consolidadas

¿Cómo ha sido la respuesta de la población a las pruebas?

Hacemos de acuerdo a nuestras posibilidades. En promedio estamos haciendo unas 150 pruebas al mes. Está disminuyendo porque antes con nuestros aliados eran más.

¿Y cómo está la atención gubernamental?

Sí hay fallas, definitivamente hay fallas porque no se tiene la capacidad. Puede tener las pruebas y los condones, pero no tiene el personal. ¿De qué sirve que se queden guardadas y se caduquen, si no hay quien las aplique? Allí es donde tenemos que entrar en conjunto.

Si les preguntamos nos dicen: “Sí hay, en el Centro de Salud, que vayan y pidan su prueba”. Pero por cultura la gente le tiene miedo acercarse a las instituciones de Salud.

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¿Qué porcentaje de sus pruebas resultan positivas?

Hemos tenido entre ocho a 14 reactivos por mes. Han tenido la oportunidad de saber su estatus y empezar a tomar tratamiento médico. De otra manera el VIH no tiene síntomas, la persona está deteriorando su sistema inmunológico sin darse cuenta y llegan con síntomas en etapa de SIDA, que ya es grave porque puede fallecer.

¿La pandemia rezagó la detección?

Claro, porque inclusive en el sistema de Salud cambiaron los lugares donde se daba atención. Disminuyó porque había que darle prioridad a lo que estaba sucediendo en estos meses anteriores, en el año anterior. Nosotros también tuvimos que resguardarnos y no podíamos hacer estas campañas.

¿Hay tratamiento disponible en el estado?

Ahorita estamos teniendo el problema del desabasto por el cambio que hubo en el sistema de gobierno para hacer las compras de todos los medicamentos. Al brincar el Seguro Popular a Insabi ha habido problemas de logística y eso ha provocado que actualmente esté haciendo falta medicamento para el VIH.

Se va a solucionar, sí, el gobierno lo dice, pero es una cuestión muy delicada porque una persona que tiene VIH y está en tratamiento debe tomarlo diario y puntualmente. Esto ayuda para que llegue a niveles indetectables el virus.

Una persona que está en niveles indetectables no lo puede transmitir ya. Su organismo ya está protegido porque el virus ya no se está replicando, ya no le está haciendo daño. Si llegara a tener sexo sin protección o se rompe el condón ya no lo va a transmitir.

¿Pero qué pasa si deja de tomarse su medicamento? El virus se va a volver a activar, y como el medicamento se lo toma a veces sí a veces no, eso provoca que el virus mute y que pueda ese medicamento ya no servirle. Eso es lo delicado de esto. Nosotros como asociaciones civiles hacemos la abogacía para que el gobierno apresure el proceso en el que está atorado.

Sí hay medicamento, todavía las personas, la gran mayoría están surtiendo sus recetas. Pero algunos medicamentos ya no están disponibles. Está sucediendo en el IMSS, algunos usuarios ya tienen unas tres semanas, dos semanas, que ya no se está surtiendo cierto medicamento.

Nomás les dicen: “No hay. Sí lo van a comprar, pero pues ahorita no hay”. ¿Y mientras que va a pasar?

IMSS, Capacits (Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual) y el Hospital General, dependen ya de la misma compra. Va a afectarle a todos.

¿Los medicamentos los están encontrando en farmacias?

El medicamento es carísimo. Antes de que surgiera esto empezó el gobierno a autorizar la compra de un medicamento que es de muy buena calidad, el mejor en su generación por los bajos efectos secundarios que tiene y la gran eficiencia. También porque no estaba tan disparado el precio, y aún así sigue siendo caro para el común de las personas.

No es así como que: No lo tienen, voy a ir a la farmacia a comprar un medicamento de 15 mil pesos. Al mes, o más allá, es un desembolso grande.