Uriel Saucedo
Tijuana.- Los hijos de las personas que en los últimos años han sido asesinadas en actos violentos en todo el país, podrían desarrollar tendencias suicidas si no se trabaja adecuadamente el duelo de la pérdida de sus padres, informó el doctor Jorge Montoya Carrasquilla, especialista en gerontología clínica, que se encuentra de visita en la ciudad de Tijuana para brindar algunos talleres en conjunto con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la asociación civil OHA AC.
Explicó que, a partir de su experiencia, la peor pérdida que un niño puede sufrir es la de uno de los padres o de la persona que lo cuide, ya sea un hermano mayor o los abuelos, la cual es tan fuerte que, si no es identificada y trabajada a tiempo, puede llegar a provocar en la adolescencia situaciones como intentos de suicidio, promiscuidad, abusos de sustancias, como son drogas o alcohol, y actitudes delincuenciales.
Reiteró que no es tanto que sea algo sumamente dañino, sino que no se sabe acompañar en el duelo a los niños, ya que los educadores que llegan a pasar entre seis y ocho horas con los niños muchas veces no alcanzan a reconocer los síntomas de un menor que está pasando por una etapa de duelo, y no solo por causa de muerte, sino por separaciones o cambios de lugares de origen.
Ante este posible escenario, la asociación OHA AC se acercó al Centro de Educación Continua del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para comenzar a trabajar en el tema, por lo que invitaron a la comunidad interesada a participar en el curso “Duelo: Pérdida, aflicción y luto”, el cual se llevará a cabo los fines de semana del 3 y 10 de marzo en las instalaciones del IPN.