Historia de esfuerzo, cuerpo de bomberos

Con recursos y equipos que no son suficientes para los tragahumos, mujeres y hombres arriesgan su vida cada día

Crisstian Villicaña | El Sol de Tijuana

  · sábado 22 de agosto de 2020

Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Tijuana.- En la página web del gobierno federal solo dedican dos párrafos y medio para recordar el día del bombero, el cual se celebra el 22 de agosto. Las pocas líneas acerca de los también llamados “tragahumo” contrasta con lo mucho que hacen en auxilio de la ciudadanía, la mayoría de las ocasiones con un gran esfuerzo al contar solo con lo necesario para trabajar, según narran ellos mismos.

Con motivo de la conmemoración de su día, se entrevistó al capitán de la Dirección de Bomberos Tijuana, Óscar Jesús Páez Ruíz, al coordinador del Archivo Histórico de la ciudad, Josué Beltrán, así como al actual director de bomberos, Néstor Alarcón, quien comenzó hablando de lo que implica abrazar esta profesión.

"Ser bombero significa responsabilidad. Si te dedicas al tema de la respuesta de emergencias conlleva una gran responsabilidad porque nos convertimos básicamente en ‘resolvedores’ de problemas"(sic).

"Alguien más te confía su vida... que vas a salvarle sus bienes, que le vas a rescatar a su mascota", mencionó.

Con 30 años de experiencia el capitán y encargado de turno, Óscar Jesús, platicó sobre sus inicios, los retos y la satisfacción de una profesión que la sociedad suele considerar heroica, y que requiere de una gran condición física para cargar un traje que pesa alrededor de 40 kilos más el manejo de herramientas y, al mismo tiempo, jugarse la vida en cada situación de emergencia.

"Antes no era mucho el tiempo que te daban para subirte a la máquina y te tenías que ir vistiendo. A mí me tocaba ir colgado atrás en los tubos, e irte equipando allá atrás era siempre una odisea: el riesgo, el viento que te pega, la velocidad, los vados, baches", mencionó.

Los sentimientos encontrados también jugaban un rol importante, añadió.

"Te daba en el inicio un motivo de alegría porque ibas a un trabajo, pero tristeza que alguien perdía su patrimonio... casas, la gente llorando o la pérdida humana".

Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Adaptarse a las herramientas de trabajo con las que dispone el cuerpo de bomberos fue una realidad que comprendió desde un inicio, y hasta la fecha lo asimila.

"Lo único que tenemos es recurso o fuerza humana, la maquinaria si está completa bien nos va. Si nos falta algo hay que hacer el esfuerzo: ese es el sentir que nos enseñaron en 1989: con la herramienta que tengas es con lo que vas a trabajar".

"De repente sí te frustra que ya no tienes en que moverte, que el camión lo acaban de arreglar de una cosa y cayó de otra, pero finalmente es herramienta, maquinaria que no sabes cuándo te va fallar", refirió.

En ese sentido el historiador y encargado del Archivo Histórico de Tijuana, Josué Beltrán, precisó que el presupuesto de los bomberos nunca será suficiente ante las constantes necesidades que enfrentan.

"Entre las compras de los recursos materiales del cuerpo de bomberos y donaciones del cuerpo de bomberos de San Ysidro, San Diego (Estados Unidos) más o menos van haciendo maravillas, milagros y malabares para poder atender a la ciudadanía conforme las urgencias se van presentando", enfatizó.

Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Por el momento, apunta el director de Bomberos Tijuana, Néstor Alarcón, han solicitado mangueras, las puntas de las mismas (pitones) y herramientas para incendio y rescate.

"El equipamiento ha sido suficiente, no significa que nada más eso necesitamos, obviamente la dirección siempre y constantemente va necesitar nuevos equipos, estarlos renovando", subrayó.

No obstante la inestabilidad del suministro de herramientas de trabajo y la pena por las personas afectadas por un incendio, la satisfacción por llevar a buen puerto una situación de peligro es para los bomberos una de las razones para continuar con su labor, de acuerdo con el capitán Óscar Jesús.

Cortesía | Dirección de Bomberos de Tijuana

"Es doloroso para la gente que pierde sus propiedades, pero (para) uno es su trabajo y lo festeja. Se oye mal, pero se festeja porque fue un buen trabajo, porque no hubo lesionados de parte de bomberos y que las propiedades que estaban contiguas al incendio no se dañaron", comentó.

Desde sus inicios hasta llegar al puesto que hoy en día tiene, el también encargado de turno ha experimentado con esta profesión diferentes puestos que ha realizado con compromiso, asumiendo su rol dentro del cuerpo de bomberos.

"Toca cubrir esa parte que llevas a tu cargo cuatro personas de personal. Estás en una estación y llevas esa gente a cargo y esa gente es nueva. Ahora uno tiene la batuta de los viejos que ya se fueron: sigues sintiendo lo mismo, que todo salga bien tanto para tu personal como para la gente", recalcó.

LOS INCENDIOS QUE NO SE OLVIDAN

Hay incendios que no se olvidan, que se quedaron en la memoria de los bomberos y de la población. El capitán Óscar Jesús lo sabe y narró una de sus experiencias.

"Hace 30 años que sucedió esto. Estaba trabajando en la estación que está a un costado de las compuertas de La Presa Abelardo L. Rodríguez y nos llamaron que una casa se estaba incendiando en El Florido (no había estación ahí)".

Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana

"Eran como las seis de la tarde, era verano. Llegamos a la casa, estaba con candado y se oían los gritos adentro de unos niños, eran cinco niños que eran hijos de una pareja que vendía elotes en un circo que se había puesto ahí", recuerda.

Por temor a que les robaran los cilindros de gas con los que laboraban, la pareja dejaba las "minitas" al interior de su hogar, un hecho que de acuerdo al capitán pudo ser la causa de una fuga de gas que terminó originando una explosión y el deceso de los niños que oscilaban entre seis meses y 12 años de edad.

"La pareja venía desecha de ver que sus cinco hijos ahí quedaron. Eso nunca se me va a olvidar, me quedó muy grabado", enfatizó.

Así mismo, hay hechos que dejaron huella en la sociedad, como lo ocurrido en "El Coliseo", recinto ubicado en la avenida Mutualismo, entre las calles Segunda y Tercera de zona centro que funcionaba como salón social y era usado para peleas de box y lucha, el cual ardió en llamas el 22 de diciembre de 1951, sobre ello, mencionó el coordinador del Archivo Histórico de la ciudad, Josué Beltrán.

El cuerpo de Bomberos también apoya en emergencias de tránsito. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

"Fue una tragedia muy grande que todavía algunas generaciones de tijuanenses la recuerdan porque se trataba de la celebración de una posada. Algunos dicen que fue una posada comunitaria, otros dicen que fue para niños pobres en favor de orfanatos".

"Cuando empezó el incendio la gente no pudo salir, las versiones y los testimonios indican que algunas puertas de emergencia estaban incluso encadenadas", señaló.

Otro incendio, refiere el historiador, fue el del primer casino de la ciudad que ofrecía apuestas, juegos de azar y espectáculos como peleas de gallo: el Tijuana Fair. Se quemó entre 1920 y 1921, espacio que con el tiempo se convertiría en el primer Palacio Municipal de Tijuana y hoy es la sede del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC).

Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

En el linchamiento contra Juan Soldado en 1938 por la violación y asesinato de la niña Olga Camacho Martínez hubo enfrentamientos con la policía e incluso bomberos, hechos que terminarían generando un incendio.

"La gente enardecida va y quema la comandancia de policía, una que estuvo establecida a un costado de la actual Catedral de nuestra ciudad (calle Segunda), donde está la escuela Lázaro Cárdenas", narra Beltrán.

De los hechos más recientes, recuerda la pérdida del restaurante Chiki Jai en enero del 2018, el cual consideró como la desaparición de uno de los últimos vestigios patrimoniales que quedan en la zona Centro.

"Se incendió y en su lugar están construyendo por ahí un edificio, de estos que han venido a someter al Centro bajo un proceso de gentrificación", lamentó.

Por último, agregó que hay otros incendios que permanecen en la memoria tijuanense como el del Hipódromo de Agua Caliente en la década de los sesentas, donde se pierde el Salón de Oro del Casino.

EL RECUERDO DE "LA OCHO"

El capitán de bomberos, Óscar Jesús Páez Ruíz, habló con nostalgia de la desaparecida estación de bomberos de la calle Ocho y avenida Constitución.

"Eran tres pisos, una cancha grande, cosa que ahora aquí la tenemos, pero aquella era un modelo muy bonito porque era duela, vieja, pero duela de pura madera", recuerda.

Óscar Jesús Páez Ruíz, capitán de Bomberos. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

El cinco de enero del 2012, durante la gestión de Carlos Bustamante Anchondo, fue derribada con la intención de vender el predio .Se convertiría después en parque, siendo esta una situación favorable, pero que deja un mal sabor de boca, precisa el coordinador del Archivo Histórico de Tijuana.

Para muchos tijuanenses, la demolición del edificio se percibió como un hecho lamentable, al ser considerado parte de la historia de la ciudad, según narra el historiador.

"Fue un patrimonio perdido lamentablemente. Podemos considerar que fue la estación histórica de los bomberos... el edificio que podemos decir le empezó a dar vida profesional al cuerpo de bomberos, vida significativa desde el punto de vista urbano: se lesionó la memoria, la cultura y el patrimonio de los tijuanenses", finalizó.

Hay incendios que no olvida el cuerpo de Bomberos. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Por último y a manera de cierre, el capitán Óscar Jesús concluyó que pese a los riesgos, los cambios de estación y obstáculos con el equipamiento, el cuerpo de bomberos seguirá en pie.

"Cumplí mi ciclo y como todos los bomberos que ya se han ido, hay que dejar a los nuevos que vienen empujando y vienen empujando bien, muy capacitados".

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