Tijuana.- 2019 cerrará como el segundo año más violento en la historia de Tijuana, con más de dos mil 100 muertes violentas (cifras hasta el 13 de diciembre), la cifra más alta corresponde al 2018, cuando se rebasaron las dos mil 500.
La ligera baja en el índice de homicidios no es para echar las “campanas al vuelo”, según expertos en materia de seguridad, pues otros delitos de alto impacto como lo son el robo con violencia, registran un alza de 45%, mientras que la incidencia delictiva general, reporta un incremento de 5%, en comparación con 2018, según datos oficiales de la Fiscalía General de Baja California.
URGENTE FORTALECER PROCURACIÓN DE JUSTICIA
El presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California, Juan Manuel Hernández Niebla, lamentó que para el próximo año no existan planes para dotar de mayores recursos a la Fiscalía del Estado, y con ello, mejorar los mecanismos de procuración de justicia.
“No es de número de policías, las policías tienen que tener más estructura, más labor de inteligencia, se tienen que integrar más carpetas de investigación y finalmente generar órdenes de aprehensión y lograr las detenciones, y eso es un tema de Fiscalía. La Policía genera las detenciones, pero luego son puestos en libertad inmediatamente por los jueces”, comentó.
El especialista desestimó la leve reducción en el número de asesinatos, pues aunque se reporten 400 menos que hace un año, los números siguen muy arriba del promedio registrado a principios de la década, cuando se registraban 800 homicidios.
“No doy la responsabilidad al nuevo gobierno, van arrancando, se van integrando las estrategias, nuevas coordinaciones, tampoco estamos diciendo que estén fallando, pero eso de celebrar y echar las campanas al vuelo, estamos muy lejos, no creo que con las nuevas estrategias vaya a existir una disminución importante en el número de homicidios”, manifestó.
El presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California, criticó el hecho de que no sea tema el fortalecimiento de la Fiscalía Estatal, ya que aunque se requiere dotar de equipo a las corporaciones policíacas, actualmente la prioridad no es esa.
“Si no existen más números de audiencias, si no existen más ministerio públicos, si no se integran mejor la investigación, no se capacita para elaborar los informes policiales homologados, si no se estructura la unidad de medidas cautelares, difícilmente vamos a mejorar sustancialmente”, apuntó.
Además de los homicidios, el robo con violencia ha “prendido” las alarmas en Tijuana, pues presenta un aumento de 45% en su incidencia, más que cualquier otro tipo de delito.
“Hemos mencionado que el tema de homicidios transita una ruta diferente, no lo estamos minimizando, pero es un tema de narcomenudistas que de alguna manera afecta a la sociedad, preocupa el robo con violencia, porque a la persona que le roban a punta de pistola, sí impacta a la sociedad y afecta tremendamente el desarrollo económico de la ciudad”, concluyó.
FALTA MÁS COOPERACIÓN CON ESTADOS UNIDOS
Para el investigador del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), José María Ramos García, la estrategia para atender el problema de la violencia e inseguridad, no ha sido el adecuado por parte de los tres niveles de gobierno.
“En este año lo que hemos visto ha sido una disminución de la participación del Ejército y sobre todo con la justificación de que se está estructurando una Guardia Nacional, ese sería el contexto general, no ha habido cambios sustanciales, como a nivel estatal y local que se justificaría porque los grupos delictivos siguen fortaleciendo en este tipo de coyunturas para fortalecer su incidencia, sobre todo tomando en cuenta el alto consumo de drogas en el vecino país”, comentó.
El experto en administración pública y seguridad, planteó que el gran negocio de los crimínales sigue siendo el trasiego de sustancias prohibidas a Estados Unidos, lo que ha generado esta guerra interminable por el control del tráfico de drogas en todo el país.
“El tema es que bajo ese contexto, las políticas del nuevo gobierno están bajo esa expectativa, el reto es que se esperaría mayor coordinación entre ambos países, sobre todo considerando que sigue siendo el actor clave por los recursos que se deben destinar para disminuir el consumo”, explicó.
Por ahora, según Ramos García, la actividad económica e industrial no se ha visto afectada por los niveles de violencia, no obstante, en caso de que los hechos delictivos se presenten en áreas turísticas o impacte a personajes conocidos de la región, causaría una mala percepción para el arribo de más inversión a la entidad.
“No ha sido acciones muy visibles en la ciudad, hubiera impactado en las inversiones extranjeras, al turismo, la actividad comercial, pero eso no ha sucedido porque los hechos no se han generalizado y visibilizado, pues en la parte céntrica hay mayor vigilancia y eso ha permitido que no se haya dado ese tipo de acciones, ya que una disminución de la actividad turística e industrial, sí tendría incidencia, simplemente el hecho de que se pudiera secuestrar a un empresario sería un parteaguas, pero eso no ha existido”, finalizó.