Iglesia se reinventa durante pandemia con la tecnología

Los sacerdotes debieron incorporar a su indumentaria un micrófono y una mascarilla

Juan Miguel Hernández | El Sol de Tijuana

  · sábado 20 de junio de 2020

Desde los primeros días de marzo la iglesia católica canceló las misas. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Tijuana.- Una cámara, una buena señal de internet y una mascarilla, se volvieron herramientas esenciales para la iglesia durante la actual pandemia de Covid-19.

Además de la casulla y el alba, los sacerdotes debieron incorporar a su indumentaria un micrófono que les permita a los fieles escucharles nítidamente desde la comodidad de su hogar, por medio de la transmisión de las misas a través de las redes sociales.

Algunos aislados, otros en grupos, pero todos con algo en común, la falta de un hogar. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Desde los primeros días de marzo la iglesia católica canceló las misas y las reuniones en sus parroquias. Por primera vez en la era moderna, debió tomar medidas extraordinarias, aunque esto implicara alejar a los feligreses, en tiempos complejos para la sociedad.

Antes de que se determinara suspender las celebraciones religiosas, desde el 29 de febrero la iglesia católica había contemplado hacer ajustes en la dinámica de las misas, como guardar la distancia en las bancas, a la hora de la paz, únicamente hacer una reverencia sin contacto físico, así como exhortar a las personas de la tercera edad, para quedarse en casa.

Miguel Ángel Sánchez Zapata, vicario episcopal de pastoral de la Arquidiócesis de Tijuana, reconoce que ha existido resistencia de algunos fieles para adaptarse a la nueva normalidad, aunque han sido un grupo mínimo, pues destacó que la mayoría ha entendido la gravedad de la pandemia.

“No faltó que nos cuestionaran y preguntaran por qué cerrar en este tiempo que más necesitamos a la iglesia. Nunca nos había tocado una situación parecida, es la primera vez que vivimos una situación así que implique cerrar y buscar nuevos métodos para llegar a la gente”, comentó.

Cada iglesia en Tijuana tiene una capacidad promedio de 500 personas. Foto: Carlos Luna | El Sol de Tijuana

Además de las transmisiones por redes sociales que en ciertos casos alcanzan hasta cinco mil vistas, la iglesia católica igual ha decidido llevar al santísimo a las calles de la ciudad o atender a los fieles por medio de videollamada, en caso de que alguien lo solicitara.

“Para nosotros fue doloroso cerrar la parroquia porque el sacerdote vive para la comunidad, el servicio y la gente, nos costó trabajo que se tomaran esas decisiones, pero favoreció la creatividad para tener otros caminos para llegar a la gente“, resaltó.

Aunque no hay feligreses en las parroquias, los sacerdotes han continuado oficiando las misas, aún estén cerradas las Iglesias y las bancas estén vacías, esto no impide que cumplan con el itinerario fijado.

“La celebramos a puerta cerrada porque la misa tiene un valor para orar por la salud y la paz de las personas, seguimos trabajando, no estamos descansando y haciendo lo que nos toca”, comentó el párroco.

La pandemia de Covid-19 también ha representado un reto en materia económica para las iglesias, pues estas dependen en gran medida de las limosnas y los ingresos que les generan las bodas, bautizos o misas de 15 años.

“Hay parroquias que a lo mejor han tenido la capacidad de tener un fondo que se ha sostenido y otras están en zonas más humildes, que les ha costado sostenerse. Nos hemos ayudado unos a otros, también la gente llega y da una aportación para el pago de los servicios, de 50 a 500 pesos, han venido solos, no hemos hecho campañas para pedir dinero”, explicó el vicario episcopal.

En la actualidad la mayoría de las iglesias permanecen cerradas al público, ciertas parroquias atienden a los fieles previa cita, permitiéndoles acudir a hacer una oración, aunque evitando cualquier tipo de concentración que pudiera facilitar la propagación del Covid-19.

Según lo estipulado por la Secretaría de Salud de Baja California, las iglesias podrán abrir hasta que el semáforo esté en verde. En amarillo podrían siempre y cuando reciban sólo 30% del aforo y den un espacio entre una misa y otra, para sanitizar el recinto.

Por el momento la Arquidiócesis de Tijuana no ha informado el protocolo que seguirán en las Iglesias de la ciudad, en la llamada “nueva normalidad”.