Tijuana.- Las mujeres que integradas al Programa para el Bienestar de niñas y niños (PAB), inscribieron a sus hijos a estancias infantiles, por lo que pudieron buscar un empleo para aportar económicamente en el hogar, incrementando la participación monetaria femenil en Tijuana, de acuerdo con la investigadora del Colef, Karen Covarrubias.
Durante el III Seminario de Cuidados, Políticas Públicas y Géneros por parte del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), se destacó el proyecto nacional de la transición de las mujeres beneficiarias del Programa de Cuidados Infantiles públicos hacia el servicio privado.
La doctora, Karen Covarrubias, señaló que Baja California a diferencia de otros estados del país, la mayoría de las mujeres tuvieron que buscar estancias privadas cercas de sus domicilios mientras que ellas trabajaban.
Señaló que evaluaron las características sociodemográficas y composición de las viviendas durante una investigación de 10 mujeres beneficiarias como participantes de los dos programas: Estancias Infantiles de Sedesol y Apoyos Económicos Directos de México.
“El objetivo fue analizar los resultados para el caso de Tijuana, que fueron 10 mujeres, siete de ellas transitaron a PAB, pudieron tomar el apoyo económico directo, solo un caso fue beneficiado por el PAB”, expresó.
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Destacó que hubo una mercantilización del cuidado infantil ya que continúa siendo una necesidad las guarderías de menores de edad en la ciudad.
“Nueve de las diez mujeres, siguieron insertas en los mercados formales e informales de trabajos, tuvieron que sustituir la subrogación pública de cuidados por la privada”, destacó.
Señaló que la comunidad maternal tuvo una privatización y familiarización del cuidado realizando estrategias para brindar protección a las niñas y niños de la ciudad.
Al respecto al CONEVAL, documento el incremento, al inicio solo el 67% de las mujeres estaban insertas en los mercados laborales y en su última evaluación arrojó un aumento de hasta el 85%.