¿Ha caminado por las calles de Tijuana? ¿En cuántas ocasiones debe bajarse de la banqueta para caminar por un lugar seguro? Marco Antonio Campoy Arce, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tijuana, mencionó en una entrevista exclusiva para El Sol de Tijuana, que las actuales administraciones gubernamentales, así como la ciudadanía, deben hacerse responsables de las ya casi inexistentes banquetas y vialidades de la ciudad.
¿En qué condiciones se encuentran las banquetas de Tijuana?
El tema de las banquetas obedece a una reglamentación, y básicamente donde podemos encontrarla es en la ley de desarrollo urbano y luego un reglamento de fraccionamientos del gobierno de Baja California, y el reglamento de urbanización del municipio de Tijuana. Cada fraccionamiento o colonia dependiendo del tamaño de los lotes la propuesta de banqueta y guarniciones obedece al tipo de fraccionamiento, desde fraccionamientos populares o de primer nivel, el tamaño de las banquetas varían dependiendo del tipo de desarrollo que se construye.
En el contexto, Tijuana tiene una diversidad y no hay uniformidad, hay zonas donde tenemos banquetas muy amplias como Playas de Tijuana y Zona Río, y tenemos colonias en Tijuana donde las banquetas prácticamente sí hay son muy pequeñas y no accesibles para las personas. Hay otro tipo de desarrollos que son los regímenes en condominio donde hay casas duplex, pues las dimensiones mínimas de una banqueta son de un metro, y las dimensiones de las calles deben ser de siete a nueve metros de ancho, prevalecen mucho las banquetas angostas en la ciudad de Tijuana.
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El peatón se ha quedado en un segundo plano y debería estar en el primer plano en el tema de movilidad. En una pirámide la preferencia debería de prevalecer el no uso de vehículos, sin embargo la tendencia es hacer calles más grandes y se van reduciendo las banquetas. Hace algunos años, el Congreso de Baja California modificó varios reglamentos para darle también apoyo a los discapacitados para este tema, y que en toda construcción se consideren rampas de accesibilidad para las personas con discapacidad. Poco a poco se ha ido revirtiendo esa tendencia de darle más espacio a las personas con discapacidad, sin embargo es algo que con el crecimiento debe estar permanentemente.
Las banquetas requieren mantenimiento también, y las rutas de ciclistas como la ciclovía lleva casi ocho años y nadie la voltea a ver. El tema de las banquetas también tiene que ver con la colocación del arbolado. Por ejemplo en Zona Río, hay árboles que echan mucha raíz y van levantando banquetas, han hecho el intento de arreglar algunas banquetas, pero hay que ir trabajando en un programa integral de mejora de banquetas para toda la ciudad o por delegaciones, para que todo esto se haga con planes piloto para que en un tiempo futuro se vayan viendo los avances, a veces queremos hacer todo en un solo viaje, y creo que esto es gradual.
A veces en zonas de alto nivel las adaptan para meter sus carros no considerando el traslado de los peatones, a veces esa parte podría promoverse de quien no tenga hecha una banqueta hay que hacerlo. Todos decimos que pagamos nuestro predial, pero a veces eso no alcanza porque cubre necesidades de alumbrado público, recolección de basura, vigilancia y reparación de baches, si metemos más variables el predial queda corto.
¿Por qué se han priorizado en mayor medida a los vehículos que a los peatones?
Mucho tiene que ver con la facilidad que tenemos de adquirir un vehículo transfronterizo o chocolate. También hemos visto el incremento de las motocicletas. Se requiere ser más estricto en la manera de conducir, siempre el peatón se queda al margen de todo esto, pero de alguna manera todos somos peatones, pero se prioriza mucho el tema de las vialidades para los vehículos. Necesitamos trabajar con las autoridades para priorizar zonas para la carga pesada, es común en la Zona Río ver un tractocamión de grandes dimensiones, ya no debe ser posible esas cuestiones.
A Tijuana le cuesta la movilidad dos mil 700 millones de pesos al año en horas de traslados y horas perdidas, el ciudadano está más horas perdidas en el vehículo.
En muchas ciudades hay mayores controles, el crecimiento de zonas y rutas de ciclismo ha crecido exponencialmente, hay una visión en ese sentido, tenemos que cambiar paradigmas, soy ciclista de corazón, pero no me atrevo a ir de mi casa al trabajo, falta una cultura vial, que es otro tema.
Es posible que pusiéramos restricciones, para poner orden en la casa debemos ver el tema de los chocolates y regularizar el transporte público, hay varias aristas. Antes de pensar en cosas nuevas hay que poner orden en la casa. * Esta entrevista fue modificada para su comprensión.