En su visita por la entidad, el padre Alejandro Solalinde dijo que la migración continúa siendo utilizada por políticos en la Unión Americana a través del organismo Pueblo sin Fronteras.
También afirmó que esa asociación tiene presencia e intereses en el campamento de la garita El Chaparral en Tijuana, y por ello no puede visitar el lugar.
“Cada vez que hay un movimiento electoral en Estados Unidos, Pueblo sin Fronteras mueve flujos (migratorios) o sea que no somos ingenuos (...) yo quiero ser muy franco: ahí hay un grupo que es libre, pero otro que no, ahí hay gente que ‘metió mano’ y ya los están controlando. Si trato de incidir no me lo van a permitir porque está metido Pueblo Sin Fronteras. Ya está controlado eso”, comentó.
Alejandro Solalinde encabezó una misa en la iglesia Misioneros Guadalupanos del Santísimo Sacramento en Playas de Rosarito, una espacio no reconocido por la Arquidiócesis de Tijuana.
Este centro de culto se convirtió este domingo en la sede de los sacerdotes disidentes Alejandro Solalinde, Gregorio López y Raymundo Figueroa, para realizar una jornada legal para informar a los migrantes michoacanos sobre cómo iniciar una solicitud de asilo en la Unión Americana por cuestiones de inseguridad.
Los tres eclesiásticos, conocidos por su rebeldía dentro de las arquidiócesis y por su activismo a favor de los migrantes, reiteraron que la migración forzada continúa siendo un problema.
El padre Gregorio López Gerónimo, integrante de la asociación civil Buen Samaritano, calificó como terrorismo lo que se vive en Michoacán, haciendo que miles de sus habitantes estén llegando a Tijuana con la esperanza de ser recibidos por Estados Unidos.
“Michoacán ahora no tiene una guerra de cárteles, hay terrorismo, hay una guerra cibernética, se está trabajando con drones, ya no con rifles, es con drones que utilizan para llegar arriba de tu casa y hacer explotar una granada de fragmentación y te desapareces”, expresó.
El sacerdote Gregorio López Gerónimo señaló que el principal problema que han enfrentado los migrantes michoacanos es la policía de Tijuana, pues aseguran que son víctimas constantes de extorsiones y violencia por parte de esa corporación.
“Los mayores delincuentes hoy en la frontera son los policías municipales de Tijuana. Personas que vienen golpeadas, violentadas, violadas en sus derechos en Michoacán, son violentadas por la policía aquí. Allá con un cártel desorganizado, acá con un cártel bien organizado”, agregó.
Alejando Solalinde pidió a las autoridades otorgar permisos de trabajo para que los migrantes que pernoctan en El Chaparral puedan salir adelante.
“Tenemos el problema con migración, migración en trámite está dando visas humanitarias, pero control y verificación y oficinas de representación se las quitan, o sea ellos mismos (Instituto Nacional de Migración) las expiden y en un operativo se las quitan, las desconocen y los deportan. Que es gravísimo”, concluyó.
Padre Alejando Solalinde pidió a las autoridades otorgar permisos de trabajo a los migrantes que pernoctan en El Chaparral